El 25 de agosto de 2007, Antonio Puerta, un prometedor futbolista del Sevilla de 22 años que podía jugar como latera e interior izquierdo, sufrió un desvanecimiento en un partido contra el Getafe. Pudo salir por su propio pie, pero se desmayó repetidas veces en el vestuario. Trasladado de urgencia al Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, allí sufrió cinco paradas cardiorrespiratorias por la noche. Tres días después, Puerta perdía la vida por culpa de una displasia arritmogénica del ventrículo derecho.
El 8 de agosto de 2009, durante una gira veraniega por Italia, el capitán del Espanyol, Dani Jarque, se desmayó mientras hablaba por teléfono con su novia. Fue trasladado a un hospital de Florencia, pero nada pudieron hacer por el central de 26 años. Una asistolia acabó con uno de los mejores jugadores del equipo blanquiazul.
Dos desgracias parecidas, que no iguales. Dos jóvenes deportistas que perdían la vida en su mejor momento. Dos aficiones rotas y con ellas todo el mundo del fútbol español. Ahora, en el Pizjuán, tanto Sevilla como Espanyol pueden dar otro homenaje a sus jugadores. Será el penúltimo que reciban porque siempre habrá uno más, que la huella que dejaron los dos canteranos (dos hombres de club que siempre jugaron en el equipo de sus amores) es muy profunda.
Numerosos homenajes a Puerta y Jarque
En la memoria de todos están el gesto del milanista Clarence Seedorf en la Supercopa de Europa, cuando tapó su nombre para que sólo se viera el de Puerta. Por supuesto, el de Andrés Iniesta cuando dedicó el gol que hizo campeona del mundo a España a Jarque. Por citar dos homenajes a los futbolistas, que ha habido muchos más. Desde el intento del Sevilla de retirar el número de la camiseta de Puerta (16) hasta el detalle del Espanyol de llamar a la puerta 21 del estadio Cornella-El Prat Puerta Dani Jarque.
En el Sánchez Pizjuán, es muy probable que las dos aficiones se unan para mostrar su cariño a sus jugadores en el minuto 16 y el 21. Tributarán su aplauso juntas porque hay acontecimientos que unen, y más dos desgracias de este calibre tan seguidas. El resto del partido, la rivalidad será la habitual en un partido de Liga, que al fin y al cabo hay tres puntos en juego y tanto Sevilla como Espanyol los necesitan y no pueden regalarlos.
Un futbolista seguramente se emocionará más que todos los demás. El sevillista Sergio Sánchez puede alegrarse porque él ha sufrido un problema de corazón y vive para contarlo. El 1 de enero de 2010 le declararon no apto para jugar al fútbol, pero el futbolista se operó del corazón en Hamburgo y a finales de 2010 recibió el 'ok' de los médicos. Él puede seguir disfrutando del deporte que le gusta y Sevilla y Espanyol también miran hacia adelante, poco a poco. La vida sigue, aunque Puerta y Jarque siempre estarán en el recuerdo, y no sólo en los minutos 16 y 21 de los partidos que disputen sus clubes.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios