Llega la hora de la verdad y el Real Madrid acude a la batalla del Camp Nou (cualquiera diría que sólo es un partido de fútbol con todo el lío que hay montado) sin su comandante, José Mourinho, y con el paso cambiado, con un nuevo cambio de esquema. El entrenador del equipo blanco tendrá que ver el partido desde un palco privado completamente incomunicado con el banquillo, por lo que será Aitor Karanka el que moverá las piezas durante el encuentro, ya que el planteamiento inicial sí será del portugués.
El segundo de Mou ya ha actuado como primer entrenador en anteriores partidos que se perdió su jefe por sanción o viaje (uno para espiar al Lyon antes de la eliminatoria de octavos), pero tener el mando en el Camp Nou, ante el Barcelona y en unas semifinales de la Champions, es una auténtica prueba de fuego. Karanka, al fin y al cabo, no tiene el currículo ni gana el sueldo de Mourinho, contratado para empresas como ésta.
En cuanto al paso cambiado, el Real Madrid se plantará en el césped del Camp Nou sin trivote, el invento de Mourinho para frenar al Barcelona, que funcionó a medias en Liga, en el Bernabéu (empate insuficiente), triunfó en la final de Copa del Rey en Mestalla y aguantó un 0-0 en el Bernabéu en el partido de ida hasta que Pepe fue expulsado. El portugués no puede jugar por sanción y Khedira está lesionado, por lo que el trivote se convertirá en el 'viejo' doble pivote, con Xabi Alonso y Lass. En esas circunstancias, los futbolistas más ofensivos del Real Madrid adquirirán un mayor protagonismo.
Ganar al Barcelona con sus armas
Desde los medios de comunicación han llovido las críticas a Mourinho por el planteamiento defensivo que hizo en el partido de ida de la Champions. Incluso se ha conocido el descontento de algunos futbolistas con el esquema, aunque Cristiano Ronaldo ha sido el único que lo ha manifestado en público. La defensa del preparador portugués es que es la forma de derrotar al Barcelona.
Ahora, Cristiano, Özil, Di María, Kaká, Benzema, Adebayor e Higuaín, los que jueguen, tendrán la misión de vencer a los azulgranas con el fútbol de toque. Seguirán con la obligación de emplearse a fondo en tareas defensivas (Mou es rigurosísimo con esto), pero también serán más para atacar, aquello en lo que destacan. Están ante la gran oportunidad de convencer al jefe de que es posible ganar con menos precauciones defensivas.
En noviembre, con un once con doble pivote, el Real Madrid naufragó en el Camp Nou y recibió una dolorosa manita (5-0). El objetivo en este último partido no es ganar sino remontar el 0-2 de la ida fruto de los dos goles de ionel Messi, seguramente el futbolista más feliz sin el trivote blanco. Parece muy difícil que los visitantes puedan arrebatar el balón a Xavi, Iniesta (se espera que juegue), Messi y compañía, pero podrían hacer mucho daño al contragolpe, la mejor arma de este equipo.
En San Mamés y Mestalla, dos campos casi tan difíciles como el Camp Nou, los estilistas del Real Madrid lograron sendas victorias con claridad e incluso buen juego. Ganaron 0-3 al Athletic y 3-6 al Valencia, tercer clasificado. Sin embargo, un equipo similar cayó ante el Zaragoza en el Bernabéu (2-3). Es cierto que no estaban Xabi Alonso y Cristiano, ambos en la grada para llegar frescos a este partido en el que el equipo se juega el gran objetivo de la temporada en 90 ó 120 minutos si hay prórroga y penaltis. Ningún equipo ha remontado un 0-2 y el Real Madrid quiere ser el primero de la mano de los jugadores más técnicos, con fútbol y sin autobús.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios