San Sebastián, 1 dic.- La Real Sociedad sólo ha tardado unas horas en invertir la decepción de su partido de Liga de Campeones en Ucrania y lograr una victoria de prestigio en Cornellá que da continuidad a sus excelentes resultados fuera de Anoeta, donde sólo cuatro equipos le han ganado en 2013.
Los donostiarras vuelven a ser el equipo solvente que mostró una gran fortaleza y personalidad la pasada temporada con Philippe Montanier en el banquillo, que fue quien fomentó ese poderío visitante de los blanquiazules y le convirtió en uno de los mejores como foráneos.
A un mes de acabar el año, y con dos salidas más para los realistas, únicamente cuatro equipos de la liga española han podido doblegar a los guipuzcoanos como visitantes, el Real Madrid en dos oportunidades, el Getafe, Barcelona y Rayo.
Los aficionados blanquiazules han vuelto a recuperar la sonrisa perdida y afrontan lo que queda de temporada con una gran ilusión, ya que Jagoba Arrasate cada vez está más cómodo en su puesto y el fútbol de la Real a veces se asemeja a la máquina de fútbol en la que se convirtió la pasada temporada.
Después del desgaste 'Champions', con una plantilla que muchos veían corta, la Real clasifica en sexta posición y suma dos puntos más que los que tenía la pasada temporada en esta misma jornada, una campaña en la que finalmente hizo cuarta.
El partido del Espanyol, con un triunfo afortunado como reconoce la expedición realista, deja una cara y una cruz.
La cara es la del centrocampista Rubén Pardo, que cada día deja en el recuerdo un poco más a Asier Illarramendi, y la cruz Iñigo Martínez, quien llegó lesionado y se someterá el lunes a pruebas médicas para obtener un diagnóstico.
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