Stoner consigue la victoria en MotoGP ante Spies en la línea de meta

La lluvia no cesó en ningún momento durante la carrera, que fue declarada en agua desde el principio. El campeón del mundo, Casey Stoner, sabía que debía demostrar porqué se había hecho con el título y lo hizo desde el principio, aunque se relajó en el tramo final de la carrera y sufrió para hacerse con la victoria.

En tres vueltas, el australiano ya aventajaba en 2.8 segundos al grupo perseguidor, formado por Dovizioso, Spies y Dani Pedrosa (Honda), que se iban a disputar los puestos del podio. Conforme pasaban las vueltas, Stoner tomaba más distancia con respecto a Dovizioso, llegando a tener una renta de 10 segundos a falta de 15 vueltas para el final. La emoción quedaba entonces en la pelea entre Dovizioso y Pedrosa, aunque Spies también tendría algo que decir antes de la bajada de bandera.

No sólo estaba en juego la segunda plaza de la carrera, sino el tercer puesto en el campeonato del mundo, por lo que los nervios se multiplicaban por momentos. Quedaban siete vueltas para el final y Dovizioso marcaba el ritmo, por delante de Spies y Pedrosa, que se había colado en una curva.

La intensidad de la lluvia se incrementaba por momentos y el riesgo de que los comisarios sacaran la bandera roja empezaba a aparecer. Pedrosa estaba empezando a perder comba con respecto a Dovizioso y Spies, que cogieron una renta de 2.3 segundos a falta de cinco vueltas para el final, y empezaban a recortar tiempo con respecto a Stoner.

Los equipos preparaban las motos con neumáticos de agua, por si acaso sus pilotos tenían que entrar a cambiarla, mientras el ritmo de carrera se hacía cada vez más lento. Quedaban cuatro vueltas y Spies se ponía segundo, alejándose poco a poco de Dovizioso y con el objetivo de coger a Stoner, al que tenía a 1.2 segundos.

El australiano no marchaba bien y Spies conseguía pasarle a falta de dos giros. Aún así, Stoner intentó que el estadounidense no se marchara para poder disputarle la carrera en la última vuelta. El australiano esperaba que Spies cometiera un error, pero no lo hacía, así que se la jugó en la última carta y le arrebató la cartera en la recta de meta, ganando por sólo 15 milésimas.