No ha podido comenzar mejor la temporada para el Real Madrid. Se ha llevado el primer título de la temporada ante su eterno rival por 84-95. Cierto es que la Supercopa no es un trofeo mayor, pero esta pequeña réplica de la Copa del Rey entre los tres mejores equipos del año pasado el anfitrión, sirve para vislumbrar cómo llega cada club al inicio de la temporada.
Y lo cierto es que el Real Madrid es, a día de hoy, el que mejor pinta presenta en este inicio de competición oficial. Los blancos dominaron el partido ante el CAI y repitieron actuación ante un Barcelona que echó de menos a Navarro y Jasikevicius y que basó su juego en sus hombres más altos.
El Madrid saca la metralleta
Desde el primer momento se vio que los blancos, que ya llevan dos años jugando juntos y se conocen a la perfección, querían dominar el partido. El 'Chacho' Rodríguez y Llull comandaban un equipo que anotaba tanto desde lejos -6/7 en triples en el primer cuarto- como por dentro.
Como respuesta, Xavi Pascual dispuso que fueran sus "torres" las que tuvieran la obligación de anotar. Tomic y Lorbek comenzaron bien, pero el que explotó fue Jawai. El australiano dominó las dos pinturas. Sus 120 kilos de peso eran una losa demasiado pesada para Begic o para Slaugther. Gracias al gran pívot y a los aciertos puntuales de Rabaseda o Miles desde fuera, el Barça igualó el encuentro al descanso (44-43).
A la vuelta de vestuarios, los blancos apretaron de nuevo, pero los culés siguieron enormes en defensa, complicando cada tiro rival y cerrando muy bien el rebote. Sólo Rudy y Carroll, en lo que parecía un pique por comprobar quién era mejor, superaban la cerrada defensa del Barcelona, que también empezaba a calentar la muñeca en ataque.
Último arreón del Barcelona
Con diez minutos por jugarse, Mirotic se unió al festival de sus compañeros. Los tres entraron en estadio de gracia y sentenciaron el partido gracias a un parcial de 16-5 en los primeros minutos del último periodos. Empero, el Barça, equipo que nunca baja los brazos, volvió a meterse en el encuentro con un par de acciones de Pete Mickeal y Jawai.
La diferencia rondaba la decena de puntos y los balugranas soñaban aún con el milagro. Sin embargo, todo fue un puro espejismo. El Madrid controló el final del partido. No se complicó, siguió anotando y acabó llevándose el primer título de la temporada. Rudy acabó con 22 puntos, Carroll con 17 y Llull con 14 demostrando que el Madrid este año da miedo desde más allá del 6,75.
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