Supercopa: La ilusión de Miribilla por jugar la final se desvaneció desde la línea de tres

  • Se suele decir que "el aro parecía más grande para ellos" cuando un equipo tiene un gran acierto en el tiro en un partido de baloncesto. Y que "es más pequeño" si la tarde ha sido nefasta en el lanzamiento. Ambos frases se utilizaron en el enfrentamiento entre Caja Laboral y Bizkaia Bilbao Basket, cara y cruz desde la línea de tres (88-93).
Aitor Amorós (Enviado especial Bilbao)

Los de Dusko Ivanovic cimentaron su victoria en el gran rendimiento que mostraron en los triples… aunque contaron con la ayuda de la pésima actuación de su rival, el equipo anfitrión, en este mismo apartado. El Caja Labora, además del triunfo, se llevaron el récord de triples convertidos de la competición con 14 aciertos, superando el registro que tenía el Barcelona en la pasada edición (13/23), y también el de mejor porcentaje, con un 63%.

Los vitorianos aniquilaron al BBB sumando de tres en tres, y de la mano de un inconmensurable Oleson. El norteamericano (23 puntos)  no falló un lanzamiento de tres hasta el tercer cuarto, y tardó más de cinco de en errar, y con seis al final el encuentro, igualó el récord de triples anotados por un único jugador en la Supercopa. Fue una de las armas favoritas, y más efectivas, del Caja Laboral, que sacó balones al perímetro para abrir poco a poco distancia en el marcador.

A la "fiesta del triple" también se sumaron San Emeterio (3 de 4) y Heurtel (2 de 3), no tanto en cantidad como su compañero, como en momentos puntuales, claves, que hacían daño en la moral de su rival y anulaban sus intentos de remontada.

La cara opuesta fueron los chicos de Katsikaris. Con un paupérrimo 25% en tiros de 3 (3 de 12) llegaron al último cuarto, frente al 63% que presentaba el Caja Laboral. (12 de 19). Pese a todo, la "herida" de los bilbaínos no era muy profunda, ya que la diferencia a recortar en los últimos diez minutos era de 15 puntos (54-69).

Y al último minuto  llegaron con tres puntos de diferencia (79-82), un triple. Pero, como demostraron las estadísticas, no fue el día del BBB en los triples… El mejor ejemplo, la desafortunada actuación de Mumbrú (encestó un único lanzamiento de los siete que intentó), algo poco habitual en él. La ilusión de Miribilla por jugar la final y romper la maldición del anfitrión, se desvaneció desde la línea de tres.

 

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