Se suspende el Celta-Madrid por alerta de temporal y los desperfectos de Balaídos

El Celta-Real Madrid que cerraba la jornada de La Liga no se disputará por alerta de temporal. Así lo confirmó primero el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, después de que técnicos del Ayuntamiento inspeccionasen el estadio que había sufrido daños graves en los últimos días. La Liga analizó el informe de daños y confirmó la suspensión.

Nota informativa referente al partido @rccelta_oficial - @realmadrid. https://t.co/zYtYl7YoQ9 pic.twitter.com/Nps3oEteie— LaLiga (@LaLiga) 4 de febrero de 2017

El viento arrancó en la madrugada del sábado 40 metros de cubierta de la grada de Río Alto del estadio de Balaídos, justo la zona en la que se deberían ubicar los aficionados visitantes. SUSPENDIDO o #RCCV - Madrid de mañá por seguridade. O temporal deixou marca en Balaídos. pic.twitter.com/ENGLNr441c— Irmandiños 1923 (@irmandinos1923) 4 de febrero de 2017

Estos daños en la grada impiden garantizar la seguridad en el estadio y por ello el partido ha sido suspendido. 

"Ya he hablado con el presidente del Celta y ahora están elaborando el informe técnico. La decisión es irreversible", explicó el Alcalde Abel Caballero en Radio Marca. Muchísimo miedo en Balaídos. Toda la cubierta se tambalea con el viento. Lógica suspensión. Más en @Farodevigo pic.twitter.com/R7rS3AZPqk— Óscar Méndez (@Oscarmg24) 4 de febrero de 2017

"Nosotros estamos en un buen momento futbolístico, pero quiero que la gente lo disfrute. Lo prioritario es el cuidado del espectador, que se piense en el aficionado. Debe ser protegido", había explicado Berizzo en la rueda de prensa previa al partido. 

Según informó la Cadena COPE, el Real Madrid y los árbitros tenían la intención de viajar el domingo a Vigo, pero la confirmación por parte de La Liga de la suspensión puso fin a sus intenciones. El temporal obligó a suspender el Depor-Betis

El partido entre el Deportivo de la Coruña y el Betis previsto para el viernes también se canceló tras desprenderse parte de la cubierta del pabellón del estadio de Riazor.

El estadio del conjunto gallego no pudo soportar el fuerte temporal que está azotando la costa gallega.

Las autoridades determinaron que finalmente no podía jugarse el partido. Para la hora del partido se esperaban rachas de viento de hasta 120 kilómetros por hora, por lo que se activó la alerta naranja.