Taylor logró en el último salto quedar a ocho centímetros del mítico récord mundial del británico Jonathan Edwards (18.29), que data de 1995.
El bronce fue para el portugués Nelson Evora, con un salto de 17,52.
Lo que se anunciaba como un duelo apasionante entre el estadounidense Christian Taylor, actual campeón olímpico y vencedor en el Mundial en 2011, y el cubano Pedro Pablo Pichardo, plata también en Moscú-2013, cumplió las expectativas.
Pichardo, con un tercer salto de 17,60 se colocó en cabeza, pero Taylor le superó en el siguiente (17,68).
Ambos saltadores habían dejado lo mejor para el sexto y último intento. Primero fue Taylor con un salto estratosférico el que hizo hizo temblar el record de Edwards.
Pichardo cerraba el concurso y estaba obligado a volar si quería hacerse con el triunfo. Logró un buen salto de 17,73, el mejor que hizo en la final, pero fue insuficiente.
El cubano llegaba a Pekín con una mejor marca de la temporada de 18,08, pero Taylor estaba inspirado en la capital china e impidió el tercer oro de Cuba en este Mundial.
El joven cubano se va de Pekín con su segunda plata en un Mundial.
psr/jt
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