Tiger Woods: ya ha pasado un año del mayor escándalo mundial provocado por un deportista

  • "Tiger Woods está en coma". Ésa fue la primera noticia que pudimos leer el viernes 27 de noviembre de 2009 alrededor de las nueve de la noche. Felizmente fue sólo un susto, pero a la vez fue el pistoletazo de salida hacia dos meses de auténtico infierno en el que el dios del golf bajó a los infiernos del cotilleo. Su vida iba a dar un giro absoluto.
Tiger Woods, durante un torneo reciente
Tiger Woods, durante un torneo reciente
Óscar Rodríguez

La vida de Woods era de cuento. Mejor golfista del mundo durante años y casado con una guapísima modelo sueca con la que tenía dos hijos, Tiger era uno de los deportistas más envidiados del mundo.

Sus éxitos deportivos sólo rivalizaban con los ceros en su cuenta corriente, ya que acumulaba tantos patrocinadores como torneos ganados. Pero todo se rompió aquel 27 de noviembre. Las noticias fueron saliendo con cuentagotas... pero salieron. Tanto que en lainformacion.com incluso tuvimos que improvisar un calendario para seguir todo el 'affaire Woods'.

Así, al día siguiente del accidente descubrimos que había sido provocado por una discusión con su mujer... una noticia que filtró TMZ, la web que se ha especializado en cotilleos y que tuvo al mundo entero informado de cuanto acontecía con Woods.

Sólo 48 horas tuvieron que pasar para que la policía se fuera a tomar declaración a Tiger... y para que el deportista saliera a la palestra para asegurar que todo lo que había sucedido era culpa suya. Era el principio del fin para el mejor golfista de la historia. Y todavía en el mes de noviembre aparecieron los primeros testigos del accidente, como el que aseguró que Woods llegó a estar inconsciente.

La llegada del mes de diciembre trajo también la aparición de los primeros nombres de mujeres que se relacionaron con Woods. Rachel Uchitel fue la primera... pero ni mucho menos la última, porque lo que se presumía como un escarceo amoroso iba a tomar pronto las características de un auténtico culebrón. Uchitel cobró protagonismo cuando quiso someterse al polígrafo, pero rápidamente apareció el segundo nombre, el de Jamie Grubbs, y con él todo el escándalo.

Los rumores sobre el posible divorcio del deportista con Elin Nordegren comenzaron a aparecer menos de una semana después del accidente, el 4 de diciembre, antes incluso de que llegaran más problemas: su suegra fue ingresada, Internet rebosaba chistes sobre la pareja y los patrocinadores comenzaron a abandonar a Woods.

El 10 de diciembre publicábamos la primera 'lista de amantes de Tiger' con los 8 nombres que habían aparecido hasta el momento. Un día después el chorro de noticias era interminable: se había gastado 60.000 euros en prostitutas, había compartido amante con George Clooney, se especulaba con que pudiera dejar el golf... una noticia que se hacía realidad sólo un día después.

Elin Nordegren iba a pedir el divorcio después de Navidad, pero las cosas se complicaron para Woods cuando se supo que le visitaría el departamento de menores por su agitada vida extramatrimonial. Elin Nordegren quiso buscar consuelo en otra mujer y encontró... a Victoria Beckham, con quien se desahogó. La ex Spice debió convencerla, porque un día después Elin abandonaba a Woods y se iba con sus hijos a otra casa familiar.

Tiger habló por primera vez asegurando que siempre había amado a su familia (y lo disimuló muy bien, sea dicho de paso) y dijo públicamente que había aprendido de su padre a ser infiel. Todo, el mismo día en el que Elin contrató al abogado de los famosos para que le llevara los asuntos del divorcio. La única buena noticia de esa época llegó el 18 de diciembre, cuando Woods fue galardonado con el premio al mejor golfista del año... aunque quedó en un oscuro segundo plano.

Las historias paralelas comenzaron a surgir: primero, una película porno inspirada en la vida del Tigre, después apareció una marca de preservativos con su cara y, entre medias, supimos también que a Woods le gustaba ir a los casinos a jugarse los dólares. Era el final de un trágico mes que comenzó con Tiger como el ídolo de masas de todos los seguidores de su deporte y terminó con análisis financieros en los que se hablaba de los miles de millones que las empresas que le patrocinaban podrían perder por culpa del escándalo.

Desde ese momento, sólo quedó conocer la cuantía del divorcio, unos 300 millones de dólares, el intento de maquillaje de la imagen de Tiger donando 3 millones de dólares para los damnificados por el terremoto de Haití y un estudio en el que se demostró que la popularidad de Woods estaba realmente por los suelos. Era el fin de un culebrón que tuvo en jaque a la prensa de corazón americana y al deporte del golf en todo el mundo. Tiger volvió meses después, pero, de momento, no ha vuelto a ser el mismo.

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