Las cosas se le habían complicado a la Roma cuando Diego Milito adelantó a su equipo en la primera parte. Y a medida que pasaba el tiempo, los romanos no dudaron en emplear la dureza para parar a los interistas. Uno de los que más ayudó a ello fue Francesco Totti. Primero le pegó una patada en la cabeza a Motta cuando éste se dolía de una entrada. El colegiado no lo vio.
Pero cuando restaban dos minutos para el minuto 90, el capitán romano sí consiguió parar a un Mario Balotelli que intentaba zafarse de dos romanos en la línea de fondo. Totti no dudó y le propinó una brutal patada al joven delantero. Como remate le dio con la bota en la cabeza. Ahora el árbitro sí lo vio y Totti se fue a los vestuarios con roja directa.
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