Alberto Contador (Astana) salvó el día del pavés y mañana tendrá la primera oportunidad de dar la talla en su terreno, aunque tal vez no le interese "reventar" la carrera tan pronto y sí esperar a Los Pirineos.
El corredor madrileño, que estuvo reconociendo las etapas de Los Alpes hace un par de meses, ha superado caídas y molestias físicas en esta primera semana.
"He mejorado de las heridas y de los dolores en los tendones, espero ir a más con el paso de los días", dijo hoy a Efe el último ganador del Tour de Francia, quien agregó: "He tenido que tomar antiinflamatorios durante estos días, pero hoy me he encontrado muy bien y confío en llegar a tope a la montaña".
Otro de los favoritos es el australiano Cadel Evans (BMC), dos veces segundo en París y que espera dejar ya de lado ese perfil "gris" y discreto que le caracteriza. Es tercero en la clasificación general, de modo que si pretende ser un aspirante serio ha de soportar mañana la presión "adherida" a los favoritos.
El luxemburgués Andy Schelck (Saxo Bank) echará de menos a su hermano Franck, su mejor guardaespaldas en la montaña, que se retiró el pasado martes por una caída con triple fractura de clavícula. Tendrá el apoyo de Sorensen y Fulgsang, al igual que ha contado en el llano con el respaldo de Fabian Cancellara.
Lance Armstrong (Radio Shack) ha visto disminuir sus posibilidades tras lo sucedido camino de Aremberg, cuando perdió cincuenta y cinco segundos respecto a Alberto Contador. Le quedan opciones y, sobre todo, un gran equipo, pero no puede descuidarse en la primera jornada de montaña.
El italiano Iván Basso (Liquigas), que perdió dos minutos en la etapa del pavés, no tiene mucho que hacer ya, salvo que el guión se altere mucho. Sin embargo, como último ganador del Giro de Italia puede ser uno de los hombres a vigilar en la subida a Station des Rousses.
Por último, el británico Bradley Wiggins (Sky), un ex pistarch reconvertido, hizo en Rotterdam una etapa prólogo calamitosa y si quiere aspirar al podio en los Campos Eliseos, tras sorprender a todos el año pasado con un cuarto puesto, tendría que aguantar mañana junto a los mejores.
La etapa de mañana es de media montaña, ideal para Cadel Evans, y a partir del kilómetro cuarenta empiezan lo serio. Es un continuo sube y baja. En la llegada, tal vez no haya una selección notable pero los que no estén en cabeza no podrán ya ganar este Tour de Francia. Y de hacerlo Alberto Contador, culminaría un mes de julio épico e histórico para el deporte español.
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