Pequeño de tamaño, pero Hirscher ya cuenta con cuatro 'grandes globos' consecutivos, un quinto le permitiría unirse al luxemburgués de origen austriaco Marc Girardelli, que ganó sus trofeos entre 1985 y 1993.
Como el ilustre sueco Ingmar Stenmark -86 victorias en la Copa del Mundo, un récord casi imbatible para generaciones futuras-, el de Salzburgo construye su palmarés en torno a las pruebas técnicas.
La competencia para Hirscher vendrá desde Noruega con la vuelta de Aksel Lund Svindal, doble vencedor de la Copa del Mundo general, Kjetil André Aamodt, segundo en la general el año pasado, y el joven Henrik Kristoffersen.
Sobre el podio (3º) en las dos últimas temporadas, el francés Alexis Pinturault es el más completo de los contendientes. Referencia del gigante, el estadounidense Ted Ligety también es uno de los nombres a seguir.
La estadounidense Lindsey Vonn busca también su quinto trofeo mayor. Lesionada de un tobillo durante un entrenamiento estival en Nueva Zelanda, Vonn parte con desventaja. Si ella llega bien a Sölden -base del equipo estadounidense en Europa-, la reina de la velocidad decidirá allí mismo si participa o no en el gigante de apertura, el sábado.
Las ausencias de Fenninger, laureada los dos últimos años con la Copa del Mundo, y la eslovena Tina Maze, que se tomó un año sabático, dejan la pista libre para la de Minnesota.
La Copa del Mundo rejuvenece y asiste a un cambio de orden en el esquí con varias retiradas y con dos pesos pesados tomándose un año sabático.
Austria protagoniza este cambio. Benjamin Raich (37 años), con una gran palmarés, Mario Matt, Nicole Hosp, Kathrin Zettel y Andrea Fischbacher, se marchan, un año después de Marlies Schild, esposa de Benjamin y madre desde hace pocos días.
Estas salidas suman una centena de victorias en el circuito. Ahora veremos si Austria tiene efectivos dispuestos a ocupar el vacío dejado por estos esquiadores.
En las disciplinas de velocidad, Hannes Reichelt, Matthias Mayer y Max Franz constituyen una apuesta segura. En las pruebas técnicas, las esperanzas austriacas seguirán descansando en la espalda de Hirscher.
Como Maze, el estadounidense Bode Miller decidió colgar los esquís por una temporada. Si la eslovena explicó que ella necesitaba esta pausa debido a varias temporadas intensas, el 'Kid' de Franconia (Costa Este) entiende, que a sus 38 años, debe centrarse en su familia -con un tercer hijo nacido en mayo- y en los caballos de carreras, la pasión de este propietario-entrenador.
Prueba reina del esquí alpino y por tanto de los Juegos Olímpicos de Invierno, el descenso está amenazado, según Peter Schröcksnadel, presidente de la Federación Austriaca de Esquí (Oesv). Aunque la carrera de velocidad está asegurada hasta los Juegos-2018 Pyeongchang, en Corea del Sur, "el riesgo que esta se suprima en los siguientes (Juegos) es real", indicó Schröcksnadel, transimitiendo una preocupación ya expresada por el presidente de la Federación Internacional de Esquí (FIS), Gian Franco Kasper.
En 2022, el desnivel no permitirá tener un descenso olímpico. ¿Debemos sospechar entonces que el Comité Olímpico internacional (COI) quería acelerar este cambio con la elección de Pekín-2022? ¿O quiere provocar en el FIS una reacción para buscar nuevas reglas que relancen el interés por este deporte?
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