Txikon espera evolución de dedo congelado para atacar de nuevo Kangchenjunga

  • El montañero vizcaíno Alex Txikon se encuentra a la espera de la evolución de un dedo con síntomas de congelación para atacar de nuevo la cumbre del Kangchenjunga (8.586 metros), después de que, el pasado domingo, él y sus compañeros de expedición tuviesen que desistir, cuando estaban a 100 metros de la cima.

Bilbao, 21 may.- El montañero vizcaíno Alex Txikon se encuentra a la espera de la evolución de un dedo con síntomas de congelación para atacar de nuevo la cumbre del Kangchenjunga (8.586 metros), después de que, el pasado domingo, él y sus compañeros de expedición tuviesen que desistir, cuando estaban a 100 metros de la cima.

"Es el mismo que me quedó tocado precisamente aquí mismo, en el Kangchenjunga, en 2009, tras el descenso al límite que realizamos con Edurne Pasaban. Desde entonces, lo tengo que cuidar mucho en cada expedición porque es muy propenso a congelarse de nuevo", ha explicado el montañero vasco a través de su equipo de apoyo.

"Voy a ver cómo evolucionan las congelaciones un par de días y entonces tomaré la decisión", ha avanzado el de Lemoa, conocedor de que "los partes meteorológicos dan días de cumbre para la semana que viene" y confiado en la posibilidad de éxito porque "lo más difícil está hecho" y no volver a intentarlo "sería una pena desaprovechar la oportunidad".

"Pero tampoco quiero arriesgar el dedo. Eso lo tengo claro. El Kangchenjunga no se va a mover de donde está y si no lo veo claro no voy a subir", ha apuntado, en todo caso animado porque "la ruta ya está abierta hasta la cumbre". "Por nosotros hasta casi los 8.500 y luego por (el kazajo Denis) Urubko -que sí hizo cumbre- hasta la cima", ha recordado.

Los que ya han decidido realizar un nuevo ataque son los tres compañeros de Txikon que, como él, no consiguieron hacer cumbre al primer intento, el polaco Adam Bielecki y los rusos Dmitri Sinev y Artem Braun.

Aunque lo harán con "tácticas distintas" y descartando abrir una nueva ruta por el centro de la cara Norte, el objetivo original de la expedición, debido al peligroso estado de las dos barreras de seracs que hay que atravesar en la parte baja de la pared.

"Hemos vigilado muy de cerca la pared, en especial la zona por la que queríamos abrir la nueva vía, y hemos visto que es muy peligroso. Las dos barreras de seracs escupen prácticamente todos los días alguna avalancha y meternos allí en su estado sería una ruleta rusa. Es una pena, porque la línea de la vía es preciosa, y más viéndola de cerca, a pie de pared. Pero, desde luego, este año está impracticable. Quizás otro año", ha desvelado Txikon.

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