Un estadio con vocación olímpica que acoge su segunda final de la Copa Davis

  • El Estadio Olímpico de Sevilla, ahora denominado de La Cartuja, fue un recinto deportivo que se inauguró el 5 de mayo de 1999 con una vocación futura de ser la sede principal de unos Juegos pero que, una vez que este proyecto languideció, acoge ahora su segunda final de la Copa Davis.

Antonio Gutiérrez

Sevilla, 30 nov.- El Estadio Olímpico de Sevilla, ahora denominado de La Cartuja, fue un recinto deportivo que se inauguró el 5 de mayo de 1999 con una vocación futura de ser la sede principal de unos Juegos pero que, una vez que este proyecto languideció, acoge ahora su segunda final de la Copa Davis.

El estadio se inauguró con unas competiciones atléticas y un partido amistoso de fútbol entre España y Croacia, actividad que hizo empezar a rodar una instalación que meses después fue el escenario de los Campeonatos Mundiales de Atletismo Sevilla'99.

Después de este gran acontecimiento deportivo, siguió la carrera de la capital andaluza por se sede de unos Juegos Olímpicos y optó a los de 2004 y 2008, aunque sin éxito.

Paralelamente también se intentó que los dos clubes de fútbol de la ciudad, el Sevilla FC y Real Betis, pudieran dejar sus respectivos estadios para hacer uso conjunto del Olímpico, proyecto que tampoco cuajó.

Desde entonces, el estadio de La Cartuja ha acogido varios partidos de la selección española absoluta de fútbol -frente a Croacia, Argentina y Holanda-, un par de finales de la Copa del Rey (Valencia-Atlético y Celta-Zaragoza), una final de la Copa de la UEFA (Celtic-Oporto) y también encuentros del Sevilla y del Betis.

Además, otras competiciones deportivas se han dado cita en el recinto, como reuniones de estilo libre de motociclismo o pruebas atléticas, y también conciertos multitudinarios y actividades culturales o religiosas.

La instalación, con capacidad para unos sesenta mil espectadores y catalogada como de 'cinco estrellas', además de estas ocupaciones aisladas de su interior, tiene su principal utilización en el día a día, pues fue concebida con cuatro edificaciones en sus esquinas para oficinas y negocios. Así, en uno de sus edificios existe un hotel y en los otros sedes de diversas empresas y también de organismos públicos.

En 2004, el Ayuntamiento de Sevilla apostó por la final de la Copa Davis a la que llegaron España y Estado Unidos y puso como novedoso escenario el Estadio de La Cartuja, al que, por la normativa de la Federación Internacional (ITF), habría que adaptar para que la pista de tenis fuera cubierta.

El proyecto fue aprobado con la instalación de una gigantesca cubierta que se acoplaba a la fija que tiene el estadio para sus graderíos y así se creó un recinto para cerca de veintisiete mil espectadores, lo que supuso un récord en la historia de la competición, ya que el anterior lo tenía el White City Stadium de Sydney, cuando en la final de la Challenge Round de 1954 Australia-Estados Unidos se registró un aforo de 25.578.

España consiguió su segunda Ensaladera de Plata, tras inaugurarse como campeón cuatro años antes en el Palau Sant Jordi de Barcelona ante Australia, aunque tras la alegría local saltó la polémica al conocerse que la cubierta, comprada por el Ayuntamiento para su posterior reutilización, fue robada del solar donde había sido ubicada tras el desmontaje.

En esta ocasión, el proyecto es muy similar al de 2004, con una cubierta, también adquirida por el Ayuntamiento para su posterior reubicación, que pesa cien toneladas, tiene 3.200 metros cuadrados de extensión y está alzada a veinte metros sobre la pista.

La organización ha decidido que el aforo inicial supere en algo las veintidós mil localidades para que así no existan asientos de visibilidad reducida, aunque siempre con la posibilidad de ampliarlo si se solventa esta inconveniencia.

Anexa a la pista principal y también sobre el terreno de juego del recinto, se ha instalado una cancha de entrenamiento de tierra batida de la misma calidad y que está cubierta por una carpa para evitar así las posibles inclemencias del tiempo.

Para la ocasión, el Ayuntamiento, en colaboración con otras instituciones públicas, ha organizado un plan para mejorar el acceso y desalojo de los espectadores durante los tres días de competición, con lo que se potenciará el transporte público y las zonas de aparcamientos para vehículos particulares.

También se pondrá en uso la llegada al estadio por tren, ya que se ha acondicionado la vía que se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1992 y que tiene un apeadero anexo al recinto deportivo.

La experiencia de la cita de 2004, que fue un éxito de organización, de público y deportivo para España, son los fundamentos puestos en esta ocasión para que el estadio de La Cartuja vuelva a lucir.

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