Plaku, de 30 años, habría sido "obligado a hacer cosas humillantes, como distribuir el periódico del club en un centro comercial, entrenar con ropa vieja o supervisar el entrenamiento de niños de siete años", describe la FIFPro en un comunicado transmitido el jueves a la AFP. "Se entrenaba a veces en solitario con una cámara sobre él para comprobar que no se relajaba en una jornada de quince horas", añadió.
La FIFPro también subraya que Plaku "tuvo que entrenarse mañana, tarde y noche seis días por semana cuando rechazó reducir su salario a menos de la mitad de lo que estaba previsto en su contrato".
Preguntado por la AFP por este caso, el portavoz del Slask Wroclaw, Krzysztof Swierszcz respondió: "No comentamos por ahora este asunto. Esperamos el veredicto del tribunal. En lo que se refiere a las acusaciones sobre +entrenamientos asesinos+ (expresión del entorno del jugador) no creemos que fueran +asesinos+. Se trataba de entrenamientos habituales en jugadores profesionales".
El contrato del jugador fue disuelto por la Federación Polaca "sin que se atribuya ninguna responsabilidad al club", dice también la FIFPro.
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