Un niño de 13 años muere en las protestas por las sanciones de la tragedia de Port Said

  • Un niño de trece años ha muerto este sábado al rebrotar los altercados en la ciudad egipcia de Port Said, en el noreste del país, entre los seguidores del equipo local, Masry, y las fuerzas de seguridad, después de que la Asociación Egipcia de Fútbol (EFA, por sus siglas en inglés) haya sancionado al club con dos años de suspensión por los violentos disturbios que se desataron al término de un partido en febrero. Al menos 74 personas perdieron la vida y 250 resultaron heridas.
lainformacion.com

La única víctima mortal registrada hasta el momento en los enfrentamientos de este viernes fue trasladada al hospital de Port Said con un disparo en la espalda, pero no ha podido ser reanimado por el equipo médico. Fuentes médicas han confirmado a la cadena panárabe Al Yazira que "al menos 18 personas han resultado heridas, dos de ellas por fuego real", en fuertes encontronazos con las fuerzas de seguridad, que han tratado de impedir que la turba irrumpiera en la sede administrativa del Canal de Suez, una vía de navegación que enlaza el mar Mediterráneo con el mar Rojo a través del istmo de Suez, en la península del Sinaí. Varias personas han sido ingresadas con síntomas de insuficiencia respiratoria a causa del gas lacrimógeno disparado por las fuerzas de seguridad, informa Europa Press.

El diario egipcio 'Al Masry al Youm' ha cifrado el número de asistentes a la protesta en 5.000 y ha informado que el tráfico de embarcaciones por el Canal de Suez ha tenido que ser detenido por temor a que los manifestantes trataran de abordar alguno de los barcos. De hecho, los comercios que se encuentran en las proximidades no abrirán este sábado hasta que la situación se apacigüe.

¿Castigo insuficiente?

En cuanto al origen de los altercados, la EFA también ha decretado el cierre del estadio de Port Said por tres años, si bien el club de fútbol Masry podrá reanudar su participación en la primera división egipcia de fútbol para la temporada 2013/14. No obstante, esta resolución ha desatado la ira entre los seguidores del club capitalino Ahly que consideran insuficiente el castigo, puesto que esta temporada ha sido definitivamente suspendida por las autoridades egipcias a raíz de la tragedia de febrero. Así pues, Masry solo se perderá la próxima temporada.

Como respuesta, el presidente del Ahly, Mahmud Allam, ha convocado una reunión de urgencia este lunes para "abordar las decisiones tomadas por la EFA y adoptar las consiguientes medidas a fin de garantizar los derechos del club y sus seguidores". "Habrá más sorpresas el lunes", ha vaticinado Allam, "nos opondremos a estas sanciones que no satisfacen a nadie". "Esperamos unas sanciones más severas después del sufrimiento que han padecido nuestros seguidores", ha añadido.

Este enfado se ha visto acrecentado por las sanciones a las que también tendrá que hacer frente el Ahly que tendrá que jugar cuatro partidos a puerta cerrada y ha sancionado con el mismo número de encuentros al entrenador, Manuel José, así como al centrocampista Hossam Ghaly, que además tendrá que abonar una multa de 5.000 libras egipcias (624 euros), por criticar a la actuación arbitral minutos después de la tragedia.

La EFA ha argüido en un comunicado que las sanciones al Ahly se deben a que sus seguidores "lanzaron petardos y pancartas de forma repetida al campo, e insultaron a los aficionados del equipo contrario".

Del mismo modo que la directiva del Ahly ha mostrado su disconformidad con las medidas adoptadas por la EFA, los aficionados más radicales del club cairota, los Ultras Ahlawy, se han manifestado frente a la sede del máximo órgano egipcio futbolístico y han emitido un comunicado en el que deploran que "no se haya echo justicia".

"Si nuestro silencio conduce a que algunas personas piensen que somos débiles, entonces las próximas palabras irán directas contra ellos, así que, desde ahora en adelante, estarán en nuestras cabezas", esgrime el grupo en su perfil en la red social Facebook. "Nos podéis llamar ladrones o locos, pero entraremos en una locura para recobrar nuestros derechos, ya sea a través de las vías legales o con nuestras propias manos", amenazan los Ultras Ahlawy. "Estamos listos para morir por nuestros derechos, estamos listos para elevar el balance de 74 muertos", sentencian, en la más ferviente de las afirmaciones contenidas en el texto.

Un juicio rápido

Los Ultras Ahlway reclaman "un juicio rápido para todos aquellos que hayan cometido o incitado la tragedia", que "el club Masry quede suspendido de forma permanente, así como sus actividades deportivas durante tres años" y que la competición liguera no se reanude hasta que "no se les otorguen los derechos que tienen los mártires". Por el momento, han emplazado a todos los aficionados a realizar una sentada frente a la sede de la EFA en El Cairo el próximo domingo.

Por su parte, los aficionados radicales del Masry, los 'ultras' Águilas Verdes, acusan al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el órgano que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero del pasado año, de "insuflar la división" entre Port Said y El Cairo. "Están ocurriendo cosas sospechosas", subrayan en un comunicado colgado en Facebook.

En este contexto, 75 personas están imputadas por los acontecimientos del 1 de febrero en Port Said, entre ellos nueve miembros de las fuerzas de seguridad de la localidad acusados de negligencia. Los demás, todos ellos aficionados del Masry, tiene los cargos de homicidio premeditado, de acuerdo con la versión online del diario egipcio 'Al Ahram'.

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