Víctor Valdés acabó el partido, sí pero quizá debió irse camino de los vestuarios en la primera parte. El portero culé salió a cortar un balón fuera del área y se acabó llevando por delante a N'Doye, al que dejó noqueado hasta que salieron las asistencias. El colegiado ni siquiera pitó falta pero la acción es de roja directa. Valdés golpeó primero con la bota el hombro del senegalés y después con el resto de la pierna la cara del delantero.
Algo similar a una histórica entrada de Toni Schumacher a Patrick Battiston sucedida en 1982. Eran las semifinales del Mundial y, como en Copenhague, el colegiado del encuentro no vio nada punible en la acción. Desde aquel día, el portero alemán se ganó fama de duro. El defensa acabó por perdonarle con el paso de los años.
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