Valverde ofreció un buen fútbol, pero no consiguió el objetivo

Alfonso Gil

Valencia, 1 jun.- El técnico del Valencia, Ernesto Valverde, deja el club con un gran balance de resultados y juego, pero sin haber logrado que su equipo sacara adelante los partidos clave que ha jugado durante los seis meses en los que lo ha dirigido y sin conseguir el objetivo de jugar la próxima Liga de Campeones.

Tras el encuentro Sevilla-Valencia, que su equipo perdió por 4-3, marcador que dejó al conjunto valenciano fuera de la próxima edición de la Liga de Campeones, Valverde explicó detalladamente su decisión, tras anunciar que este había sido su último encuentro en el banquillo valencianista.

A la órdenes de Valverde el Valencia, sobre todo en las últimas jornadas, ha ofrecido un nivel del juego que hacía mucho tiempo no se veía, y, además, ha cuajado un balance de resultados más que positivo, con una gran remontada en la Liga y una segunda vuelta con una puntuación que hace mucho tiempo no obtenía el club de Mestalla.

Valverde ha estado al frente del equipo en treinta partidos de competición oficial entre Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones, con un balance global de dieciséis victorias, siete empates y siete derrotas.

Al margen de las cifras, suyo ha sido el mérito de conseguir que el juego del Valencia mejorara, ya que de la zona media de la tabla lo llevo a la de Liga de Campeones, aunque finalmente se tuvo que conformar con acabar en cuarta posición.

El único pero en su trayectoria liguera es que de las cinco derrotas que sufrió en esta competición, dos han sido determinantes a la hora de quedarse sin Liga de Campeones, ya que el Valencia cayó en un encuentro fundamental en Anoeta ante la Real Sociedad (4-2) y en el de la última jornada ante el Sevilla (4-3).

En las otras competiciones, Valverde no logró que el equipo diera la sorpresa y cayó en la Copa del Rey ante el Real Madrid y en la Liga de Campeones ante el París Saint Germain, por lo que se puede considerar que su Valencia ha ganado lo que tenía que ganar y se ha quedado al borde de la épica cuando la ha necesitado.

Más allá de los resultados, la gran aportación de Valverde al equipo ha sido la de hacerle jugar bien a partir de la recuperación para la causa valencianista de futbolistas como el lesionado Jeremy Mathieu, al que reconvirtió en un central de máximo nivel.

Junto a él, hombres que al principio aportaban poco como Dani Parejo, Andrés Guardado, Ali Cissokho, David Albelda o incluso Éver Banega han llegado al final de la temporada en un gran momento, en el contexto de un equipo que jugaba bien al fútbol.

Desconcertado desde su llegada por las peculiaridades del club, Valverde ha estado desde diciembre de 2012, con dos presidentes de la entidad y tres de la Fundación Valencia CF, máxima accionista de la sociedad. Además ha anunciado su opción de no seguir a tres días escasos de que el Valencia tenga un nuevo presidente.

Al principio mostró su perplejidad por no entender nada de lo que en lo extrafutbolístico pasaba en el Valencia, pero en el momento de anunciar su despedida ha explicado que la decisión no ha sido puntual y que no ha estado marcada ni por la euforia, ni por la inestabilidad.

También señaló que ha esperado al final de la temporada para anunciarla con el fin de que el equipo mantuviera el espíritu competitivo de la últimas semanas y recordó que le había sido propuesta la renovación antes de la decisión de dimitir que Manuel Llorente anunció el pasado 5 de abril.

Explicó que no tiene compromisos con otros clubes y que la idea de no renovar por el Valencia ha sido consecuencia de la sucesión "en fila" de toda una serie de acontecimientos en el entorno de un club, a cuyo primer equipo siempre transmitió serenidad y buen juego y en el que le faltó rematar la faena en los partidos decisivos.