Van Garderen se cuela en la "revolución" francesa

Risoul (Francia), 19 jul.- El Tour de Francia 2014 sale de los Alpes con un claro dominador, el italiano Vincenzo Nibali (Astana), que ha demostrado ser el auténtico y único patrón de la carrera. El resto del podio queda en el aire, con el español Alejandro Valverde en lucha directa con los franceses Bardet y Pinot y el estadounidense Van Garderen.

El podio es un objetivo que obsesiona a Valverde, quien dispone de una última oportunidad a los 34 años. Pero en el camino se han cruzado Bardet y Pinot, dos franceses que han despertado la ilusión de todo el país, de 23 y 24 años respectivamente, y un americano más anónimo que es quinto de la general, que apenas hace ruido y que debe explotar a sus 25 años.

Tejay Van Garderen, el hombre silencioso, se ha colado en la fiesta. Es quinto en la general a 1.12 de Valverde y a un minuto de la pareja francesa. No se trata de un corredor tan mediático como los rivales que le preceden en la general, pero su presencia se espera para la fase definitiva del Tour, la tercera semana.

Nacido en Tacoma, Washington, a Van Garderen se le espera con un resultado de prestigio que le saque del segundo plano, porque si es por calidad, todos los directores de equipo coinciden en que puede ser un hombre Tour para el futuro.

Van Garderen ya empezó a sonar con fuerza en el filas del HTC - Columbia, donde obtuvo un sorprendente tercer puesto en el Dauphiné 2010, sin haber cumplido aún los 22.

Cuando está en forma, el americano es un ciclista que se adapta por igual a la contrarreloj y a la montaña. En el Tour 2013 se esperaba mucho de él porque venía de ganar la Vuelta a California y un año antes, en 2012, quedó quinto en el Tour y maillot blanco de mejor joven.

Lejos en la general en 2013, trató de sorprender desde lejos en la etapa de Alpe d'Huez que a punto estuvo de darle la victoria parcial, pero finalmente se impuso el francés Christophe Riblon.

Este año hizo tercero en Omán, pero después decepcionó en la París Niza, al abandonar en la primera etapa. En la Volta a Cataluña ganó entre la niebla en Valter 2000 a corredores en principio más escaladores y con más cambio de ritmo que él, y finalizó tercero en la general.

En el Dauphiné dio de nuevo la de arena por las secuelas de una caída que sufrió en Romandía.

Ahora, Van Garderen aporta otra incógnita al Tour. ¿Será capaz de mejorar el quinto puesto de 2012?. En caso afirmativo le permitiría dar el paso que espera de él el mundo del ciclismo, a punto de cumplir 26 años.

Entre los aspirantes al podio es el mejor contrarrelojista, y en forma no es inferior en montaña a casi ninguno. Como siempre, la carretera terminará por dictar sentencia.