Van Persie, el goleador inconformista

  • Concibe el fútbol como arte y exhibe ese punto creativo e inconformista que le ha llevado a la cumbre después de un tortuoso camino en el que tuvo mucho que ver su entrenador en el Arsenal, Arséne Wenger, y también, en sus inicios, pero en otro sentido, el actual seleccionador holandés, Bert van Marwijk.

Francisco Ávila

Barcelona, 4 jun.- Concibe el fútbol como arte y exhibe ese punto creativo e inconformista que le ha llevado a la cumbre después de un tortuoso camino en el que tuvo mucho que ver su entrenador en el Arsenal, Arséne Wenger, y también, en sus inicios, pero en otro sentido, el actual seleccionador holandés, Bert van Marwijk.

Se trata de Robin van Persie (Rotterdam, 6 de agosto de 1983), hijo de pintora y escultor, un futbolista desde la barriga de su madre, una estrella antes de nacer. Cuenta su padre Bob que antes de casarse una vidente le anunció que tendría dos niñas y después un hijo.

"Cuando sea verdad, volveré para escuchar el resto de mi historia", le dijo incrédulo Bob a la adivina. Cuando nació Robin, su tercer hijo, hermano de Lili y de Kiki, el padre se vio obligado a regresar a la consulta de la tiradora de cartas. La revelación que le hizo, todavía le dejó más perplejo.

"Tu hijo tendrá problemas en la escuela, pero triunfará en el fútbol. Ha nacido una estrella del fútbol, será rico y famoso". Y volvió a acertar, aunque el camino fue complicado.

Robin nació en Kralingen, un barrio de Rotterdam, rodeado de bosques y un lago. Desde pequeño se mostró como un crío hiperactivo y el balón fue su modo de expresión. Se inició en las filas del Excelsior, con cuatro años, y sus enormes cualidades le permitieron aterrizar en el club más importante de la ciudad: el Feyenoord.

Su zurda exquisita, su calidad en el disparo y su mejora continuada, le llevaron al primer equipo, un equipo gobernado por los veteranos Pierre van Hooydonk y Paul Bosvelt; y con Van Marwijk como entrenador.

El emergente protagonismo de Van Persie chocó con los intereses de los veteranos y con la condescendencia de Van Marwijk, por lo que tuvo que regresar al equipo de promesas. Un ojeador le llevó al Arsenal en la primavera de 2004 a cambio de un traspaso de 2,75 millones de euros y desde que llegó a los 'gunners' su carrera, como la de tantos otros, fue tutelada por Arséne Wenger.

En cuanto se integró en el equipo de promesas, el técnico alsaciano le dijo que tendría su oportunidad en el primer equipo si era capaz de regatear en los entrenamientos a Sol Campbell y a Kolo Touré.

A la sombra de Dennis Bergkamp, maravillado por la clase de Thierry Henry, Robin van Persie fue creciendo y aprendiendo sesión a sesión. También aprendió de la vida a base de mazazos, como cuando en 2005 fue acusado de violación por parte de una bailarina de "striptease", un caso que fue archivado por el juez.

En la temporada 2006-07, se convirtió en el máximo goleador del equipo londinense (13 goles), a pesar de que una lesión en el metatarsiano le alejó de las canchas durante unos cuantos partidos; en la siguiente, con la marcha de Thierry Henry, van Persie tendría que convertirse en la referencia atacante de los de Wenger, pero una serie de lesiones, entre ellas una importante de rodilla, le impidieron jugar con asiduidad.

Pero se resarció en la siguiente, cuando fue nombrado mejor jugador del Arsenal: 20 goles y 11 asistencias, una cifra que le permitió convertirse en el pasador número uno de la Premier.

En la 2009-2010, van Persie renovó su contrato con los londinenses, pero otra lesión, causada en un partido con la selección, le dejó fuera de combate durante cinco meses.

Ha sido esta temporada cuando ha explotado todo su talento. Máximo goleador (30 goles) y mejor jugador según la Asociación de Periodistas. El talento de Robin no lleva aparejado títulos. Formó parte de la plantilla que ganó a UEFA con el Feyenoord en la temporada 2001-2002, y con el Arsenal únicamente se ha llevado la Copa inglesa y la Copa de la Liga, pero cuando no tenía ascendiente en el equipo.

Con Holanda, Van Persie jugó los Mundiales de 2006 y 2010, así como la Eurocopa de 2008.

Van Persie no sabe qué será de su futuro. Tiene contrato hasta junio de 2013 y a pesar de los ofrecimientos del Arsenal, de momento no ha querido renovar. No sabe cuánto tiempo se quedará en Londres, pero no le hace falta ninguna adivina para saber que acabará sus días donde empezó, en su querido Excelsior. EFE.

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