Ventura se sobrepone a la adversidad para lograr un triunfo de tres orejas

  • Juan Miguel Núñez.

Juan Miguel Núñez.

Huelva, 5 ago.- El rejoneador Diego Ventura se sobrepuso a una fuerte caída en el primer toro de los seis con los que estaba anunciado, y logró finalmente un triunfo de tres orejas, que pudo haber sido mayor de haber estado más acertado en la suerte suprema, hoy en el cierre de la Fiestas Colombinas de Huelva.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros, por orden salida, de: José Luis Pereda, Fermín Bohórquez, Partido de Resina, Miura, Benítez Cubero y Juan Pedro Domecq. Todos muy toreables.

El balance del rejoneador Diego Ventura, que actuó en solitario, fue: dos pinchazos y rejón (silencio); pinchazo, rejón enhebrado, nuevo pinchazo, rejón y descabello (silencio); tres pinchazos y rejón (silencio); pinchazo, medio rejón perpendicular y trasero y nuevo pinchazo (silencio tras leve petición); rejón (dos orejas); y, pie a tierra, estocada desprendida (oreja con petición de la segunda).

La plaza se llenó en tarde espléndida.

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VENTURA, DE MENOS A MÁS

Una tarde programada con mucha ilusión, sin embargo, estuvo a punto de irse al traste por una serie de contratiempos en la primera parte del festejo.

En el paseíllo, un bonito homenaje del rejoneador a su cuadra de veinte caballos, que desfilaron por el ruedo perfectamente enjaezados.

Pero fue salir el primer toro, y sin haber clavado una sola banderilla tropezó el caballo "Galán" cayendo jinete y cabalgadura en una brusca amalgama frente al astado, que hizo por el caballo, hiriéndole en el anca izquierda. Se dolió el jinete en la clavícula izquierda, acabando la faena a duras penas.

Hubo de entrar en la enfermería antes del siguiente toro para ser infiltrado, y a partir de ahí el festejo tomó otro cariz. Se notaba que Ventura estaba haciendo un esfuerzo ímprobo, y no podía.

No obstante, sacó fuerzas de flaqueza. Y entre "Nazarí", que puso momentos de mucha emoción en los galopes a dos pistas, y "Milagro", que quebró en terrenos inverosímiles, la segunda faena tuvo tintes triunfales. Pero el fallo en la suerte suprema lo estropeó todo otra vez.

Con el toro de Partido de Resina que hizo tercero hubo quiebros limpios, reuniones de frente, aunque lamentablemente al final volvió a fallar con el rejón de muerte.

El de Miura que saltó en cuarto lugar fue un toro grande, alto y largo, en el tipo que define a esta ganadería. Y algo muy bueno, tuvo el toro un excelente galope.

Ventura montó de nuevo a "Nazarí", que dio una nota muy alta otra vez en el galope de costado. La respuesta del toro, excelente, acudiendo a todos los terrenos. Y como colofón alardes muy toreros con "Ordóñez". Pero se le volvió a negar el rejón de muerte.

Se le iba la tarde a Ventura cuando en el quinto tuvo el detalle de sacar en banderillas a los sobresalientes, Andrés Romero y Francisco Palha, dos jóvenes promesas que entrenan con él. Fue una sorpresa la seguridad y el aplomo de ambos para clavar con suma limpieza y en todo lo alto.

Ventura estuvo crecido con las buenas intervenciones de los sobresalientes, y esta vez acabó de un rejón fulminante. Por fin, dos orejas.

Y en el sexto, la novedad de bajarse del caballo para torear también pie a tierra. Había recibido al toro de Juan Pedro Domecq a portagayola, y montando a "Pegaso" se mostró igualmente certero. Muleta en mano, una tanda por la derecha resultó limpia, ligada y, naturalmente, muy jaleada.

Esta vez, contrariamente a lo que había sucedido desde el caballo, montó la espada para cobrar una estocada a la primera. Oreja y fuerte petición de la segunda que "el palco" no concedió.

Ventura no salió a hombros porque el reglamente andaluz exige un mínimo de cuatro orejas cuando se actúa en solitario.

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