Vero Boquete: "Las niñas no pueden tener de referente a Cristiano Ronaldo o Messi"

    • La primera española nominada al Balón de Oro repasa la sitaución del fútbol femenino en España. "España sigue siendo machista. Las niñas todavía no pueden soñar con algunas cosas".
    • En el Mundial de Canadá, las chicas de la selección aspiran a convertirse en los referentes que ellas no tuvieron para la nueva generación de niñas.
Vero Boquete
Vero Boquete

Vero Boquete (Santiago de Compostela, 1987) se convirtió la semana pasada en la primera española en ser finalista del Balón de Oro femenino. Ahora juega en el Frankfurt, ha pasado por Suecia, Rusia y Estados Unidos, la meca del fútbol femenino, y es la líder de la selección española que en verano debutará en Canadá en un Mundial. Su carrera no ha sido fácil. Primero tuvo que sobreponerse a un país que no le dejaba jugar por ser niña y luego le empujó a emigrar por la precaria situación del fútbol femenino en España. "Nos sentimos maltratadas", se sincera. Reconoce que piensa todos los días en la Copa del Mundo, donde "vamos a competir" y desliza que el mayor triunfo sería que las niñas que empiezan tengan un espejo en el que mirarse. "España sigue siendo machista. Las niñas todavía no pueden soñar con algunas cosas".

¿Qué significa para usted estar entre las diez mejores jugadoras del mundo?

Es una satisfacción. El premio al trabajo y al sacrificio de muchos años. Es verdad que había sido un objetivo para mí estar en esa lista, pero cuando llega, lo recibes con sorpresa.

¿Qué ha sacrificado?

Sobre todo el tiempo con mi familia y amigos. Desde los diecisiete estoy fuera de casa y a veces paso mucho sin venir a España. Pero yo tampoco lo siento como sacrificios porque el fútbol me da mucho más de lo que yo le doy.

¿De quién se acuerda?

De los que más me acuerdo es de mi familia. Mis padres han estado conmigo desde siempre, y también mis amigos de toda la vida. Ellos son los que están ahí cuando las cosas van mal y los que más disfrutan cuando va bien.

¿Ha sido muy difícil ser llegar tan lejos naciendo en España y siendo mujer futbolista?

Mucho. Con seis años entré en mi primer equipo pero había una norma que no dejaba jugar a niños con niñas. Entrenaba pero no podía saltar al campo a jugar. Tuve que aguantar muchos comentarios y fue difícil.

¿No está España preparada para ver mujeres jugando?

España sigue siendo un país machista y cambiar eso lleva mucho tiempo. Hay un problema de educación y son generaciones que tienen que cambiar la mentalidad. Los niños hacen lo que hacen los padres y si les dicen que los niños juegan y las niñas no, es lo que harán. Tienen que ser educados de otra manera. Las niñas todavía no pueden soñar con muchas cosas y eso tiene que cambiar. La base es la educación.

"La rabia por el maltrato y el poco respeto al fútbol femenino nos hace competir con más ganas…". Esa frase es suya. ¿Por qué siente eso?

Porque dedicamos nuestra vida y ponemos nuestra ilusión en competir internacionalmente representando a España y prácticamente no recibimos nada a cambio. Nos sentimos maltratadas. Hacemos lo único que está en nuestra mano, que es conseguir resultados que abran puertas y traigan mejoras. En otros países ha evolucionado mucho en poco tiempo, tienen apoyos y consiguen cosas increíbles. Aquí no.

Su nominación al Balón de Oro coincide con la primera clasificación para el Mundial. ¿Es un momento clave?

Nosotras lo vemos como un momento clave. Le daremos un gran impulso a nuestro deporte, llegaremos a mucha gente y esperamos hacerles cambiar de opinión y engancharles.

¿Qué necesita el fútbol femenino para avanzar?

Necesitamos apoyo de federación, clubes, ayuntamientos, patrocinadores... Somos potencias mundiales en categorías inferiores y cinco años después esas niñas no llegan al nivel absoluto. Algo pasa en esos años, y es la falta de apoyo. Ver que no te vas a poder dedicar al fútbol y tener que dejarlo por estudios o trabajo. La evolución en España se frena.

¿Puede ser rentable?

Creo que si. Si lo promocionas y les das a las jugadoras la posibilidad de entrenarse más y mejor, el producto que te va a quedar es muy bueno y a la gente le va a gustar. Si lo que ofreces es algo en lo que la gente no puede dedicarse, no cobran, se pegan palizas de autobús… el producto se devalúa. Necesitamos más apoyo porque en España la sociedad de primeras va a decir no.

¿Están compitiendo en desventaja?

Esa es la clave que da más mérito a los éxitos del deporte femenino. Las deportistas individuales y colectivas están llegando más lejos que nunca con muchas menos ayudas y en desventaja en comparación con el deporte masculino y con los rivales. Tiene el doble de mérito. Esa desventaja nos hace sacar más rabia para competir mejor. Es sacrificio, ilusión y trabajo lo que ponen las deportistas españolas.

¿Piensa mucho en el Mundial de Canadá?

Todo los días. Nos ha costado muchísimo llegar y para nosotras es un sueño cumplido. Canadá está ahí y lo que buscamos es llegar en las mejores condiciones. No vamos allí solo a disfrutar del Mundial, sino a competir.

¿Quiénes son tus referentes en el fútbol?

Mi referente ha sido Marta, la jugadora que más me ha llamado la atención. Al principio no tenía referente femenino, y ese es el gran problema en España, que las niñas no tiene un espejo. Esto está cambiando. Yo quería ser Ronaldo, que fue el que más me impresionó. Pero en mi carrera Marta, que además compartí vestuario con ella.

¿Puede ser Vero Boquete ese referente para las niñas que ahora empiezan?

Yo, o cualquiera de mis compañeras. Sería nuestro mayor triunfo. Lo que no queremos es que las niñas quieran ser Messi o Cristiano Ronaldo. Esa no es la realidad. Lo que tendrían que querer es ser nosotras. Ahora no hay referentes femeninos en España.

Usted ha vivido eso en Alemania o Estados Unidos ¿Cómo es la futbolista en esos países?

Las futbolistas tienen todo el reconocimiento y respeto a nivel social. Son sociedades más igualitarias que España. En Estados Unidos o Alemania son auténticos iconos publicitarios y las niñas sueñan con ser futbolistas y ser como ellas.

¿Por qué la celebración de la mano en la cara?

Simboliza un pulpo gallego. Cuando me fui de casa mis amigos me dijeron que había que pensar una celebración para acordarme de ellos. Salió lo del pulpo, que me encanta, y desde entonces me pongo la mano en la cara. Una de las claves del éxito es recordar de dónde vengo y conservar a los amigos de siempre y la tierra, que es lo que me ha llevado hasta donde estoy ahora.

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