Vicepresidente canario atribuye lo sucedido a un fuerte fallo de seguridad

  • El vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Educación, José Miguel Pérez, ha lamentado hoy la derrota de la UD Las Palmas frente al Córdoba y los incidentes registrados en el campo de juego, que ha atribuido a "un fuerte fallo del dispositivo de seguridad".

Las Palmas de Gran Canaria, 23 jun.- El vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Educación, José Miguel Pérez, ha lamentado hoy la derrota de la UD Las Palmas frente al Córdoba y los incidentes registrados en el campo de juego, que ha atribuido a "un fuerte fallo del dispositivo de seguridad".

Un gol en la última jugada del partido (minuto 93), dio el ascenso Primera División a los andaluces después de que el partido estuviese parado durante varios minutos por invasión de campo de los aficionados de la UD Las Palmas, quienes celebraban el éxito antes de tiempo.

A juicio de Pérez, "no debería haberse producido ese salto fuera de las gradas de ninguna manera, y en cualquier estadio esto prevé", mediante un cordón de seguridad entre el público y el campo.

El vicepresidente del Gobierno canario ha destacado la "pérdida económica, pérdida deportiva y pérdida de prestigio en todos los sentidos" que conlleva lo sucedido, pero a pesar de ello, "todo el mundo se ha ido de rositas".

Pérez cree "inexplicable que esto suceda a estas alturas cuando ya hay mucha experiencia" en muchos partidos, y ha recordado que en el ascenso de la UD Las Palmas de Segunda B a Segunda A también se produjo una invasión de campo similar y el árbitro dio por finalizado el partido.

Después de 50 años viendo partidos de la UD Las Palmas, "había visto de todo pero una circunstancia como esta no la había visto", ha dicho Pérez, quien ha atribuido lo sucedido a que quienes protagonizaron los incidentes confundieron el deseo con la realidad, ya que cada vez más "nos estamos educando y estamos viviendo en una realidad virtual".

Pérez ha destacado la necesidad de respetar unas normas de convivencia elementales, pues podían haberse producido hechos más graves, "la suerte permitió que ninguno se llevara un botellazo en la cabeza".

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