Villa, Higuaín, Álves, Oliver, Beñat y Fabrice

Roberto Morales

Madrid, 19 ago.-

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-- DAVID VILLA.

En el estreno soñado de Tito Vilanova de la herencia de Pep Guardiola, el protagonismo se lo llevó el 'Guaje' Villa. Rehabilitado para el fútbol, volvió a saborear lo mejor de su profesión y demostrar que lleva el gol en la sangre. Quince minutos le bastaron para enterrar meses de sufrimiento.

Villa se fracturó la tibia en diciembre. Ocho meses después saltó al campo con la ilusión de un principiante. Su afición, que no le olvida, le recibió en pie en el Camp Nou. Como si el tiempo no hubiese pasado, se asoció con sus compañeros con rapidez, soltó taconazos, se divirtió y remató de primera a la red con la zurda la asistencia de Andrés Iniesta. "Imposible sin vosotras", lució en su camiseta. Su mujer y sus niñas. La fuerza oculta de un luchador.

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-- GONZALO HIGUAÍN.

Hubo un momento en el que el 'Pipita' pensó que nunca más marcaría goles con la elástica blanca en el estadio Santiago Bernabéu. Y sufrió. A Higuaín le frenó a marcharse sentir siempre el cariño de la afición. Estuvo a un paso, hasta dejó mensajes de despedida en la celebración del título liguero hace tres meses.

No podía ser otro el futbolista del Real Madrid que abriese el capítulo goleador del campeonato liguero en el coliseo madridista. El primer pulso a Karim Benzema se lo llevó él. Sabe que tendrá que digerir la suplencia pero lo afronta con la felicidad de sentirse reconocido por el madridismo y la directiva. Su mejora de contrato le tranquiliza para hacer lo que mejor sabe, marcar y dejar siempre en cada partido ese espíritu de lucha que tanto gusta en las gradas.

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-- DIEGO ÁLVES.

El Valencia, la tercera vía, arrancó la temporada puntuando gracias a su portero. Es el brasileño Diego Álves, que no contó con la plena confianza de Unai Emery (repartió competiciones entre sus guardametas) pero se ha convertido en titular indiscutible con la llegada al banquillo che de Mauricio Pellegrini.

Álves salvó todo lo que el Real Madrid le chutó salvo el gol de Higuaín. A la tercera. Tras detener dos disparos a bocajarro del argentino y rendirse en un tercero a la escuadra. Ágil como pocos, la fuerza del Valencia en el Bernabéu nació en el arco. Primera piedra para un proyecto que sueña con competir con los gigantes.

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-- OLIVER TORRES.

Sabe el 'Cholo' Simeone que la ansiedad de los medios de comunicación, que crean ídolos con la rapidez que los destruyen, puede perjudicar a un joven de 17 años, pero Oliver Torres es tan buen futbolista que no puede frenar su progresión.

El niño que enamoró a España en un Europeo repleto de buen fútbol, debutó oficialmente con el club de su corazón en un terreno siempre difícil, el del Levante. Su edad sólo es creíble en su DNI. Saltó al campo y pidió el balón. Con descaro y personalidad. Con la imaginación que le convierte en un futbolista brillante, que siempre recibe con la cabeza alta y dibuja en su mente la jugada que ejecuta. Ningún fichaje posible podía ilusionar tanto a su afición. Es puro fútbol y un futuro brillante por delante.

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-- BEÑAT ETXEBARRÍA.

Le llamó Vicente Del Bosque para la concentración previa a la Eurocopa 2012 y sólo los que no ven habitualmente al Real Betis se sorprendieron. Beñat maneja a su equipo con criterio y calidad. Fue uno de los futbolistas de la pasada temporada y comienza la Liga manteniendo un alto nivel en San Mamés.

El Athletic pierde a sus estrellas, Javi Martínez y Fernando Llorente, e ingresará una millonada. Uno de sus primeros objetivos es el jugador que se exhibió en 'La Catedral'. Beñat guió al Betis a una goleada y enamoró a la que puede convertirse en su nueva afición.

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-- FABRICE OLINGA.

En un Málaga que vende a estrellas como Santi Cazorla para sobrevivir, Fabrice Olinga es un soplo de aire fresco. A sus 16 años debutó con el primer equipo y marcó un gol que le convierte en el futbolista más joven en hacerlo en Primera división.

Fabrice es un delantero camerunés que nació en un proyecto de fútbol de Samuel Eto'o. Una inversión que mejora la vida de muchos niños de su país que como Fabrice cumplen el sueño de convertirse en futbolistas y huir de la pobreza. El descaro que mostró en Balaidos le llevó a fallar una ocasión a puerta vacía a levantarse con rapidez, y en la siguiente jugada, adelantarse con picardía a la defensa y rematar a la red un gol para la historia.