Villa se rompe la tibia y puede decir adiós a la Eurocopa

Apenas se había disputado media hora de la segunda semifinal del Mundial de clubes. El Barcelona se medía ante el flojo Al Sadd, y como era de esperar, el balón era azulgrana y un cómico gol de Adriano les había puesto por delante. Todo iba encaminado para una cómoda victoria, pero una jugada repleta de mala suerte puso la peor noticia posible para los culés y la Selección.

En un balón largo, Villa peleó con dos defensores cataríes dentro del área, y al intentar dar un último paso para tocar el balón, un último estirón, el pie izquierdo se clavo en el césped y la pierna no hizo el juego adecuado. El asturiano se quedó en el suelo y solicitó el cambio de manera inmediata. Fue retirado en camilla mientras se llevaba las manos a la cabeza. En la primera visión de la jugada se antojaba una lesión muscular, o un esguince de tobillo, pero a cámara lenta se pudo ver como los peores presagios estaban acertados.

La zona afectada era la tibia, y al confirmarse, todas las alarmas se dispararon. Una lesión de este estilo supone, como mínimo, tres meses de recuperación. Su regreso a los terrenos de juego se retrasaría más tiempo por el tiempo necesario para coger la forma. Es un adiós casi seguro a lo que resta de temporada… y a la Eurocopa. El mejor goleador de la última edición corre el riesgo de no defender este galardón.

Esta no estaba siendo su mejor campaña, pero 'el guaje' no había bajado los brazos. Los varapalos habían sido gordos, como perder su sitio en el once tipo de Guardiola o no jugar de titular ni en Mestalla o el Bernabéu. Y sin embargo, Villa no había bajado la cabeza. El partido ante el Al Sadd se lo había tomado como un desafío personal, una manera de convencer a Guardiola de que tiene sitio en el once, y también de dar carpetazo a todas las portadas que apuntaban una posible salida del club. Pero un último esfuerzo, un último paso buscando un balón perdido, puede haberle costado la Eurocopa.