Zidane, el más obsesionado con ganar la Copa del Rey

    • Tiene el mal recuerdo del 'Centenariazo', de aquella final que perdió con el Real Madrid de los 'galácticos' contra el Deportivo en el Bernabéu el 6 de marzo de 2002.
    • Hoy es la persona que más trabaja con los jóvenes (Casemiro, Nacho, Jesé, Morata...) para que se tomen esta competición como si se tratara de la Champions.

Ulises Sánchez Flor

Lo que no pudo ganar como futbolista lo quiere lograr como entrenador. Zinedine Zidane es la persona que más importancia y valor le da a la Copa del Rey en el Real Madrid. Incluso más que Florentino Pérez, Carlo Ancelotti y los jugadores. Es un trofeo que se considera secundario en un club que aspira al éxito en la Liga y en la Champions, en el que no se oculta que el principal objetivo es la conquista de la Décima Copa de Europa y en el que también se habla de pelear, con las mismas energías, por el campeonato nacional. Las miras van más allá de la Copa, de esta competición del K.O. Para Zidane, no.

Zidane tiene el mal recuerdo de aquella final que perdió cuando era jugador del Real Madrid el 6 de marzo de 2002 contra el Deportivo en el estadio Santiago Bernabéu. El club eligió esta fecha para que se jugara la final y la hizo coincidir con la del centenario de la institución. El Real Madrid, en un día de celebraciones, sucumbió en frente al equipo coruñés y el fracaso quedó para el recuerdo como el 'Centenariazo'. Zidane, junto a otros 'galácticos' como Roberto Carlos, Figo o Raúl, quedó desolado. Lloró por la derrota. Un mes después se quitó el mal recuerdo proclamándose campeón de Europa, ganando la Novena en Glasgow, con ese antalógico gol en Glasgow. Pero la Copa del Rey no la tiene en su palmarés.

La Copa del Rey es caza menor en el Real Madrid. Menos para Zidane, que no pudo ganar este trofeo en su etapa como futbolista y hoy lo mira con deseo. Ahora lo quiere por encima de todo, sin que eso signifique que lo antepone a la Champions y la Liga. Pero la Copa la considera un título especial que, si bien lo pudo saborear cuando la logró Mourinho en su primera temporada como técnico blanco y él ocupaba el cargo de asesor del presidente, no la sintió como un éxito suyo. En esa época vestía de traje y corbata y se acabó alejando del equipo. Ahora lleva chándal -lo que a él le apasiona-, disfruta y sufre en el banquillo, participa en los entrenamientos, trabaja codo con codo con los jugadores, les asesora, les corrige, les aconseja y habla con Ancelotti de las características de esta competición. Ganarla le supone, además de una satisfacción personal, un reto.

Parece inexplicable que un jugador que perteneció a dos grandes clubes, como la Juventus y el Real Madrid, y con los que conquistó Champions, Intercontinentales, Ligas, Supercopas de Europa y más títulos, se retirara sin la competición del K.O. Ni en su etapa en Francia la consiguió. En Xátiva, en el que es el punto de partida del Real Madrid en la Copa del Rey, cobra especial importancia la figura de Zizou. Va a trabajar a conciencia esta competición. Lleva tiempo avisando a los futbolistas que menos minutos tienen (Nacho, Casemiro, Illarramendi, Jesé y Morata) para que se preparen a conciencia para estos partidos y eliminatorias. Les ha pedido que compitan como si se tratara de encuentros de Champions o de Liga. Contra el Olimpic de Xátiva tienen que demostrar esa ambición por ganar un título que él desea.

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