"Zupo" Equisoain, último ejemplo de descapitalización del balonmano español

  • Fernando Pérez.

Fernando Pérez.

León, 19 jul.- El palmarés de Zupo Equisoain como entrenador de club es envidiable: una copa de Europa, dos subcampeonatos de Europa, dos recopas de Europa, otras tantas ligas ASOBAL y copas del rey, que le han servido como a otros técnicos españoles para exportar talento al extranjero.

Francisco "Zupo" Equisoain (Pamplona, 1962) no dudó a la hora de aceptar el ofrecimiento de su otrora rival Valero Rivera y colocarse al frente de la selección júnior de Catar, acompañado en el banquillo por otro entrenador con suficiente bagaje en Asobal como Manuel Montoya.

Sigue el camino de otros que han optado por una decisión similar: el propio Rivera -tras su título mundial con España-, el actual seleccionador español, Manolo Cadenas, y también Alex Dujshebaev -Polonia-, Juan Carlos Pastor y Antonio Carlos Ortega -Hungría- o Raúl González -Macedonia-, por poner tan solo algunos de los ejemplos más destacados.

El técnico navarro, de 52 años, ya había disfrutado de otra breve etapa fuera de España, al frente de la selección italiana, pero la experiencia era bien diferente a la actual, donde tendrá la tarea de formar talento para un país que, al margen del fútbol, también apuesta por el balonmano al acoger el mundial en 2015.

"En Italia (2008-09) fue diferente porque era una selección con escaso peso en Europa, mientras que Catar es un país puntero en el continente asiático, con ganas y ambición por dar el salto también a poder competir a nivel mundial", ha destacado hoy a Efe Equisoain, que durante este fin de semana disputa en León un torneo internacional júnior ante España, Portugal y Hungría.

El extécnico del desaparecido Portland San Antonio y que las últimas temporadas ha dirigido con éxito al Ciudad Encantada de Cuenca, ha destacado la "enorme diferencia en cuanto a medios con cualquier otro equipo en el que haya trabajado".

En cuanto a instalaciones, atención y seguimiento de los jugadores "no hay color", ha señalado el entrenador navarro antes de salir al paso de las críticas sobre nacionalizaciones masivas de jugadores en la selección de Catar, tanto en la absoluta, como, en su caso, la júnior.

"El enfoque es diferente: se capta a jugadores, fundamentalmente del continente asiático, pero también en algún caso de Europa -balcánicos prioritariamente- para concluir su formación en Catar. No se trata, como muchas veces se ha dicho, de nacionalizaciones a la carta, ni mucho menos", ha aclarado.

"Zupo" Equisoain tiene el compromiso con la Federación catarí hasta el próximo Mundial júnior (Brasil 2015), donde la selección que dirige, que ya ha logrado buenos resultados en el continente asiático, debería lograr la clasificación próximamente en Irán y después intentar hacer un buen papel en la cita mundialista.

Es una incógnita cuál puede ser su decisión y la de los dirigentes cataríes, pero tiene claro que la opción de volver al balonmano español sigue estando complicada por las circunstancias actuales, principalmente económicas.

Para Equisoain, "la liga Asobal aún no ha tocado fondo en el nivel deportivo, pero sí quizá en el económico donde se ha estabilizado claramente a la baja con unos contratos que no pueden competir con otras ligas ni de lejos, pero con presupuestos más reales".

Ha fijado en "al menos una década" el tiempo que podría transcurrir hasta que la competición española, considerada hasta hace pocos años como la más fuerte de Europa junto a la alemana, pueda recuperar parte del esplendor perdido y donde, por el camino, se han producido sonadas desapariciones como las de varios campeones en Europa: Teka Santander, Atlético de Madrid o Valladolid.

Otros clubes históricos como Zaragoza o Guadalajara también parecen tener complicada su continuidad, por lo que el veterano entrenador cree que el único club con gran trayectoria que supo "dar un paso atrás y readaptarse a la realidad" fue el Bidasoa de Irún "aunque su buen comportamiento no le haya servido para verse recompensado en lo deportivo", ha lamentado.

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