4 Detenidos y más 40 autobuses dañados en la huelga de transporte de Baleares

Palma, 12 ago.- Cuatro personas detenidas, dos en Mallorca y dos en Ibiza, y más de 40 autobuses dañados es el resultado de la huelga del transporte discrecional, convocada por USO y el sindicato independiente SITD, que comenzó la pasada medianoche en Baleares, han informado fuentes de la patronal empresarial y de los sindicatos.

Los delitos de los que se les acusan a los detenidos son contra la seguridad vial, por cometer daños y por ir contra los derechos de los trabajadores, han concretado fuentes policiales.

Según la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), en estos momentos hay normalidad en los aeropuertos de las islas, a pesar de los momentos de tensión que se han vivido en el de Ibiza la pasada madrugada.

Allí, indica el comunicado de los empresarios, se han producido enfrentamientos debido a actuaciones de piquetes "al margen de la legalidad y sin respetar" los servicios mínimos del 80 % impuesto por el Govern balear ni el derecho constitucional a no hacer huelga.

La FEBT recuerda que a esta protesta para conseguir una mejora salarial del 2,5 % y que no se congele la antigüedad a los empleados no se han sumado los sindicatos mayoritarios, ni CCOO ni UGT, que han realizado numerosos llamamientos para que fuera desconvocada al considerar que no es el momento en plena temporada turística y ante la situación de crisis económica.

En declaraciones a IB3 Ràdio, el gerente de esta federación, Salvador Servera, ha concretado que el seguimiento de esta huelga que durará hasta el próximo lunes es del 20 % en Mallorca, del 50 % en Ibiza y ninguna en Menorca.

Para salvaguardar la seguridad de los turistas, los empresarios se reúnen esta mañana en Palma con el delegado del Gobierno en las Islas Baleares, Ramon Socias.

Servera ha advertido de que si no se incrementa el número de agentes y se persiguen a los piquetes, se plantearán un cierre de la actividad de los autobuses que transportan a los turistas por las islas "con todas las consecuencias que esto supondrá".

"No se puede correr el riesgo -ha añadido- de que haya trabajadores que quieran trabajar y no puedan, o que haya turistas que vengan aquí a pasar sus vacaciones y se vayan heridos".