(AMPLIACIÓN) EL BANCO DE ESPAÑA CIFRA EN EL 0,7% EL CRECIMIENTO DEL PIB EN EL CUARTO TRIMESTRE

- Aplaude las últimas medidas del Gobierno, pero ve “incertidumbres” en la definición de la agenda de reformas. El Banco de España afirma que "la actividad ha seguido mostrando un ritmo de avance elevado en los últimos meses" en España. En concreto, estima que en el cuarto trimestre el PIB podría haber crecido un 0,7%, tasa coincidente con la observada en el tercero.
Así lo recoge en su último ‘Boletín Económico’ publicado este miércoles, en el que explica que esta evolución se apoya "en la fortaleza del gasto interno".
En particular, el supervisor destaca que "la prolongación del intenso proceso de generación de empleo y la persistencia de condiciones financieras favorables habrían seguido sosteniendo el gasto de los hogares en bienes y servicios de consumo, a un ritmo similar al del pasado reciente".
Por su parte, el organismo que gobierna Luis Linde indica que la inversión de las sociedades no financieras “podría haber recobrado un mayor dinamismo, tras la pauta de cierta desaceleración observada en el tercer trimestre”.
Del mismo modo, los indicadores contemporáneos de la inversión en construcción apuntan a una “reactivación” de este componente de la demanda, tras la moderación del crecimiento que se habría observado en el tercer trimestre.
SITUACIÓN POLÍTICA
En el documento la institución se refiere también a la situación política, para señalar que las “incertidumbres acerca del rumbo” de las decisiones económicas en España “han tendido a aminorarse con la constitución del Gobierno, tras el dilatado período de interinidad que abarcó la mayor parte del año”.
En particular, el Banco de España apuntó el terreno de la política fiscal y la aprobación del real decreto que recoge cambios en el Impuesto de Sociedades, con la limitación de deducciones, y las subidas en impuestos especiales.
“Aunque estas acciones pueden llevar aparejado algún coste de corto plazo en términos de actividad, la corrección del desequilibrio presupuestario es prioritaria para atenuar la vulnerabilidad de la economía española, dada su dependencia de la financiación exterior”, destaca el organismo.
No obstante, agrega, “siguen subsistiendo incertidumbres en el ámbito de la definición de la agenda de reformas estructurales, necesarias para elevar el ritmo de expansión de la actividad y de creación de empleo de manera duradera”.
INFLACIÓN Y SALARIOS
En cuanto a la evolución de la inflación, el regulador indica que la tasa de variación interanual del IPC alcanzaría un máximo en febrero de 2017, situándose previsiblemente por encima del 2,5%.
Además, la tasa media de inflación para el conjunto de 2017 podría superar el 2%, lo que supone una revisión al alza “considerable” en relación con las últimas previsiones del Banco de España (1,6%).
El Banco de España señala que el “repunte” previsto en los “próximos meses sería, en principio, transitorio, desapareciendo a lo largo del año el impacto del efecto comparación sobre la tasa interanual del IPC”.
Por ello, explica, “la dinámica alcista en la inflación prevista a corto plazo no debería, por sí sola, tener repercusiones sobre la orientación de la política monetaria, en la medida en que no altera las proyecciones de inflación a medio plazo”.
En este punto, el organismo asegura que para que el incremento de la tasa de variación del componente energético tuviera un impacto de naturaleza más persistente, debería tener lugar una traslación de aquel a los precios de otros bienes y servicios y a los salarios.
En este sentido, el Banco de España dice que es “preciso tener en cuenta que una consideración prioritaria en la determinación de los costes laborales debe ser la necesidad de perseverar en las ventajas competitivas adquiridas en los últimos años, al objeto de favorecer la creación de empleo”.

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