El vuelo, que funcionará toda la temporada de verano de mayo a octubre con un avión Boeing 787-800 Dreamliner con capacidad para 228 personas: 28 en clase 'business', 55 en 'economy' y 143 en clase turista, ha informado la compañía en un comunicado.
La ruta es el resultado de un análisis exhaustivo del mercado que, según la aerolínea, demuestra una demanda de pasajeros creciente entre Barcelona y Chicago en los últimos cinco años, con una tasa de crecimiento compuesto del tráfico aéreo del 3% desde 2015 y en 2016 se superaron los 65.000 pasajeros.
Además, el número de pasajeros que viajan en clase preferente han crecido hasta representar el 14,4%, lo que supone que cerca de una de siete personas viajan en 'business' o en primera clase.
American Airlines apuesta por Barcelona, desde donde vuela a cuatro destinaciones norteamericanas --Nueva York y Miami (Florida) todo el año y Filadelfia (Pensilvania) y Charlotte (Carolina del Norte) durante el verano-- y a partir de las que ofrece conexiones a más de 120 destinos de Estados Unidos, Canadá, México y el Caribe.
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