Auge y caída de Zed, la tecnológica de Planeta y Abelló cuyo saqueo investigan

  • La entrada de inversores rusos, entre ellos el magnate ruso Mikhail Fridman, provocó un duro enfrentamiento entre Juan Abelló y Planeta, dos de los principales socios españoles.

    El administrador holandés fue detenido en enero por desvío de fondos, pero fue su presidente Javier P. Dolset quien supuestamente se llevó el dinero para eludir la quiebra.

Estos son los 19 imputados por la quiebra y el fraude de la tecnológica ZED
Estos son los 19 imputados por la quiebra y el fraude de la tecnológica ZED

La investigación abierta por la Audiencia Nacional contra Zed, la tecnológica de la familia Pérez Dolset participada por Juan Abelló y el grupo Planeta, es el epílogo de un largo declive. La empresa, actualmente en concurso de acreedores, se derrumbó en medio de una guerra de socios. La entrada del magnate ruso Mikhail Fridman y la investigación de supuestos desvíos de fondos que acabaron arruinando la entidad han terminado con sus principales administradores respondiendo ante el juez por insolvencia punible, fraude en las ayudas públicas, administración desleal y falsedad documental.

Entre los hitos de esta empresa, nacida en 1993 como creadora de contenidos informáticos, pero que a lo largo de los años ha querido transformarse en consultora tecnológica, están la creación de Teleline, la filial de acceso a internet de Telefónica que luego se convertiría en Terra, la fundación del portal web de ocio Lanetro en 1996 o, dos años después, el videojuego Commandos de gran éxito en todo el mundo. En fechas más recientes, sus proyectos se habían centrado en los contenidos para móviles, las películas de animación, las redes sociales y las tiendas virtuales de aplicaciones.

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La internacionalización del Holding se inició en 2013 con su traslado desde su sede de Las Rozas (Madrid) a Ámsterdam (Holanda), donde pasó a denominarse Zed+. La compañía, en plena expansión, encontró nuevos inversores para lograr su salida a bolsa, que finalmente no se produjo. Entre ellos, el más conocido fue Fridman que, a través de varias firmas se hizo con un pequeño porcentaje de la compañía.

Fue a partir de ese momento cuando empezaron las peleas entre socios. De un lado Planeta, de otro, Torreal (el grupo inversor de Abelló) y los Pérez Dolset por las acusaciones del grupo editor de diluir su participación en la nueva Zed+. Según Planeta su cartera se había reducido del 25% al 13% debido a la falta de información con la que se llevó la operación, lo que dio un precio a sus títulos de 45 millones, menos de un tercio de lo que pagaron por ellas.

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La batalla terminó en un proceso arbitral en el que Planeta reclamaba a sus antiguos socios 127 millones de euros al considerar que eran Abelló y los Dolset los que tenían que haber recomprado sus acciones. Pero la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA) acabó dando la razón a estos últimos.

En diciembre de 2016 se inició en EE UU una investigación por los supuestos sobornos de las empresas de Fridman, el socio ruso de Zed+ a personas relacionadas con el Gobierno de Moscú y con el de Uzbekistán. El pasado 16 de enero, la policía detuvo en el aeropuerto de Barajas al administrador concursal holandés de Zed+, Peter Wakkie, por su supuesta participación en el desvío de fondos de la empresa, pero fue liberado tras prestar declaración en Anticorrupción. Al final, los investigadores han descubierto que, en realidad, eran los Pérez Dolset y otros administradores los que supuestamente habrían sacado el dinero de Zed a otras firmas controladas por ellos.

El último capítulo de esta caída en picado ha sido la detención ayer de los hermanos Pérez Dolset -Javier e Ignacio- que tendrán que responder del vaciado patrimonial de la empresa para evitar pagar las deudas del concurso en el que está incursa, tanto en España como en Holanda. Por el momento se les imputan los delitos de insolvencia punible y administración desleal y fraude de ayudas públicas, entre otros.

Entre los investigados también está el presidente de La Razón y consejero de Atresmedia Mauricio Casals quien, según la investigación, presionó durante años a los ministerios de Economía e Industria para obtener créditos blandos para Zed. En total, la cantidad así obtenida, habría ascendido a unos 70 millones de euros parte de los cuales habrían ido a los bolsillos de los investigados. A cambio Casals se habría embolsado comisiones camufladas por falsos contratos de publicidad para el rotativo.

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