La gran mayoría del territorio urbano de Castelldefels se define como zona con predominio del suelo de uso residencial, con lo que el límite de contaminación acústica se fija en 55 decibelios durante el día y 45 decibelios durante la noche, según ha informado este viernes el Ayuntamiento en un comunicado.
En áreas con más tráfico y actividad, donde el suelo residencial coexiste con actividades económicas o infraestructuras, el límite se sitúa en 60 decibelios durante el día y 50 decibelios durante la noche.
Estas zonas menos restrictivas son los alrededores de la autopista C-32 y de la autovía C-31, la vía del tren, la avenida de la Constitució, el centro urbano entre las calles de Doctor Ferran y de Manuel Girona, los alrededores de la plaza de Les Palmeres y gran parte del segundo tramo del paseo Marítim, donde se concentran los establecimientos de ocio junto a la playa.
Precisamente, la elaboración del mapa de capacidad acústica está motivada por la sentencia del juzgado contencioso-administrativo número 5 de Barcelona, que el pasado mes de abril condenó a los chiringuitos de la playa de Castelldefels a reducir el volumen de sus equipos de sonido a un máximo de 60 decibelios y ordenó al Ayuntamiento elaborar un mapa acústico en un plazo de seis meses.
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