El Ayuntamiento elabora un mapa con áreas de la ciudad que necesitan mejorar su accesibilidad y eficiencia energética

El Ayuntamiento de Madrid ha elaborado el mapa definitivo de las Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana (APIRU), que incluye 112 ámbitos de la ciudad que podrán mejorar su accesibilidad y eficiencia energética en barrios como Lucero, Los Cármenes, El Pilar, Bellas Vistas o La Elipa, entre otros.

Este mapa ha sido aprobado en la Junta de Gobierno del pasado jueves después de un periodo de información pública tras la aprobación, el pasado 17 de marzo, del mapa provisional de las APIRU que incluía 109 áreas.

La inversión prioritaria estará centrada en la mejora de la accesibilidad y la eficiencia energética, para mantener la temperatura interior adecuada de los hogares con una reducción de consumo energético.

Esta intervención, impulsada por el Área de Desarrollo Urbano Sostenible, supondrá un cambio cualitativo en el modelo de intervención que se ha venido realizando hasta ahora, más centrado en la creación de nuevos desarrollos residenciales periféricos y en las actuaciones en el centro histórico.

Para determinar las zonas de intervención, los técnicos municipales han definido situaciones de vulnerabilidad en los distintos distritos, estudiando factores como la edad de la edificación, su valor catastral, el porcentaje de población sin estudios o porcentaje de población envejecida.

Tras el análisis, se han delimitado los espacios físicos identificados como APIRU, cuya superficie suma más de 3.500 hectáreas y afecta a más del 38 por ciento de la población.

Estas APIRU se encuentran en barrios como Lucero, Los Cármenes, El Pilar, Bellas Vistas, San Isidro, La Elipa o Aluche; en los cascos históricos de Aravaca, Carabanchel, Vicálvaro, Barajas y Hortaleza, y en un buen número de colonias como Villa Rosa, Urpisa, Las Moreras, San Francisco Javier o San Fermín.

De los 1,5 millones de viviendas que tiene la ciudad de Madrid, el 70 por ciento son anteriores a 1980, fecha a partir de la cual se comenzó a aplicar la primera norma técnica de aislamiento en edificios.

En estos casos, con una rehabilitación realizada con criterios de eficiencia energética, se pueden conseguir ahorros del 70 al 80 por ciento de los consumos energéticos actuales.