COAG-A advierte de "movimientos especulativos" en el mercado del aceite de oliva

EUROPA PRESS

En una nota, COAG-A ha recordado que el sector venía de la campaña 2014-2015 con una de las peores cosechas de los últimos años, con 842.000 toneladas, debido principalmente a la escasa pluviometría, por lo que la actual campaña de comercialización se inició con 180.000 toneladas, el menor stock de la historia.

A pesar de que volvió a ser un año de escasas lluvias, la producción de la campaña 2015-2016 alcanzó las 1.394.000 toneladas. Este año, las lluvias han llegado demasiado tarde, por lo que no se puede esperar que en la próxima campaña, 2016-2017, la cosecha sea mayor que la actual.

Teniendo en cuenta los datos que publicados por la Agencia para la Información y Control Alimentario (AICA) a 30 de abril, en la presente campaña se va a comercializar todo lo producido. La comercialización ha aumentado en lo que va de año un 6,7 por ciento respecto a la campaña pasada, con una salida media superior a 115.000 toneladas mensuales, debido al buen comportamiento del mercado interior, que ha aumentado un 17 por ciento, y unas exportaciones mantenidas respecto a la campaña pasada.

Con 886.800 toneladas disponibles en el mes de abril (un 7% menos que la media de las últimas cuatro campañas) y unas salidas mensuales de 117.300 toneladas, se llegará a un stock de enlace "muy justo" (unas 250.000 t), lo que asegura un inicio de campaña con tensiones en los mercados.

En definitiva, COAG-A ha indicado que "no es entendible" que el precio del aceite se encuentre en bajada continua de un 15 por ciento de media desde principios de febrero, situándose en 2893,17 euros por tonelada para el virgen extra; 2781,23 euros por tonelada en el virgen y 2752,13 en el aceite de oliva lampante.

Así, ha recordado que no existen razones "objetivas de oferta y demanda que fuercen el mercado a la baja". "Con una distribución que extiende sus tentáculos cada vez más hacia el propio sector, llevándoselo a su terreno con alianzas que al final van en detrimento de los propios productores, impera el componente psicológico y el precio baja", ha explicado.

En este sentido, ha precisado que las cooperativas llegan a acuerdos con la distribución y ellas mismas generan compromisos a la baja que provocan efectos "muy negativos en un sector tan sensible como el del aceite de oliva".

Por ello, COAG-A ha pedido responsabilidad a los representantes del sector para que no sigan la estrategia de la gran distribución e insiste a los olivareros y cooperativas para que lleven a cabo "una venta racional, sin dejarse llevar por presiones externas que distorsionan el mercado".

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