La bolsa y el peso colombiano cerraron con una leve baja este lunes en medio de la incertidumbre generada por la victoria del "No" tras el inesperado rechazo al acuerdo de paz en el plebiscito del domingo.
El Índice de Capitalización de la Bolsa de Valores de Colombia (COLCAP) cayó un 0,62% y cerró en 1.330,57 puntos, mientras que la moneda colombiana cedió un 1,69% y cerró en 2.930,60 por dólar.
"No ha habido movimientos notables. Es muy difícil que un movimiento de expectativas, que todavía no es muy claro, y la incertidumbre produzcan un bajón muy grande en un mercado tan chiquito. Todavía es muy pronto", explica a la AFP el economista César Ferrari, profesor de la Universidad Javeriana.
El revés en las urnas que dieron los colombianos al acuerdo de paz negociado durante casi cuatro años entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país, abren muchos interrogantes y generan inquietud en algunos sectores por el impacto económico que podría tener.
El gobierno de la cuarta economía latinoamericana, que para 2016 redujo su pronóstico de crecimiento de 3 a 2,5%, estima que el posconflicto representaría un crecimiento adicional anual de entre 1,1 a 1,9 puntos porcentuales del PIB, por la mejora de la seguridad y la llegada de inversionistas.
Analistas advierten que el nerviosismo por la incertidumbre política podría implicar a corto y medio plazo un congelamiento de la inversión y de los créditos para financiar proyectos para el posconflicto, como los que negocia el gobierno con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), muy necesarios en un país con las finanzas asfixiadas por la caída del precio del petróleo.
La Unión Europea anunció hace meses que apoyaría al país con un paquete de 575 millones de euros entre préstamos y subvenciones. Estados Unidos por su parte prevé aportar 400 millones de dólares para el plan "Paz Colombia" destinado al ciclo posconflicto.
Además, la derrota del "Sí" podría dificultar la aprobación de una polémica reforma tributaria estructural anunciada por el gobierno de Juan Manuel Santos para reactivar la economía y cumplir con sus objetivos fiscales, prevista para ser presentada en el Congreso después del plebiscito, antes del 10 de octubre.
"Si se demora mucho en ser aprobada, hay el riesgo de que la calificadoras bajen la calificación que tiene el país, y eso sí le pega a las tasas de interés internacionales", advirtió Ferrari.
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