La justicia estadounidense inculpó este jueves a siete iraníes y dos empresas privadas de computación, relacionadas con el régimen de Teherán, por hackear casi 50 bancos en Estados Unidos, según el acta de acusación consultado por la AFP.
Los hackeos comenzaron en diciembre de 2011 y se intensificaron entre septiembre de 2012 y mayo de 2013, durante una campaña de ataques que afectaron el acceso a cuentas bancarias de cientos de miles de clientes y que resultaron en una pérdida de decenas de millones de dólares, precisó el documento.
"Estos ataques eran constantes, sistemáticos y amplios", declaró este jueves secretaria de Justicia estadounidense, Loretta Lynch, en una conferencia de prensa en Washington.
Los siete inculpados están vinculados con los Guardianes de la Revolución, el ejercito de élite del régimen de Teherán, precisó Preet Bharara, el fiscal de Nueva York.
Bank of America, J.P. Morgan Chase, Citibank y HSBC son algunos de los bancos que fueron afectados por los ataques informáticos.
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