Euskadi recaudará a partir de ahora los impuestos de sucesiones y donaciones de los ciudadanos vascos que no residan en España en el momento de su fallecimiento, según consta en una de las modificaciones del Concierto Económico acordado este miércoles.
Es uno de los puntos retocados del texto que actualiza la Ley del Cupo, firmada por los gobiernos central y vasco en Madrid durante una breve reunión que han encabezado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en representación del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
La asistencia de ambos ha ilustrado la relevancia que el Gobierno está dando a sus relaciones con la administración vasca, cuya delegación han presidido el portavoz, Josu Erkoreka, y el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu.
"Es un muy buen acuerdo para Euskadi porque el no conflicto y la normalidad deben prevalecer en las relaciones entre las dos administraciones", ha puntualizado el propio Azpiazu.
No sólo se ha retocado la tributación de las sucesiones y donaciones, sino también el impuesto de sociedades, que se empezará a cobrar a las empresas en cuanto su volumen de operaciones sobrepase los 10 millones de euros, lo que supone un aumento de tres millones sobre el umbral anterior.
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