Fitch basa su calificación en la estabilidad política y económica del país, así como en la fortaleza de las finanzas públicas y la flexibilidad del mercado laboral, ha informado este sábado el Gobierno andorrano en un comunicado.
En otro sentido, Fitch apunta a la excesiva dependencia de Andorra de los sectores financiero y turístico como los "puntos débiles" de los que derivan determinados riesgos de futuro.
La agencia califica el nivel de endeudamiento de Andorra de moderado, situado alrededor del 40% del PIB, y destaca la política de consolidación fiscal implementada por el Gobierno andorrano y que en los últimos años "el balance presupuestario ha mejorado como resultado de una amplia reforma del sistema fiscal".
Pese a señalar la excesiva dependencia de la economía andorrana del sector financiero, Fitch destaca la solidez financiera de la plaza y el "impacto limitado" que la crisis de BPA ha tenido sobre el resto de bancos.
La agencia esgrime como argumento el hecho de que, pese a un ligero descenso de los activos gestionados y los depósitos durante los primeros meses de la crisis, el resultado de 2015 fue positivo, con aumentos del 2,3% de los activos gestionados y un 3,5% de los depósitos.
Fitch reafirma la necesidad de continuar con el proceso de reformas financieras, seguir implementando los estándares de Basilea III y buscar un sistema de presetador de última instancia, de la que la plaza financiera todavía no dispone.
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