Forn (CiU) cree que el Gobierno de Colau con PSC sería "muy débil y generaría desconfianza"

El portavoz de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha avisado este jueves de que un pacto de gobierno entre la alcaldesa y el PSC sería "muy débil y generaría desconfianza", un día antes de presentarse el preacuerdo entre Ada Colau y el líder socialista, Jaume Collboni.

"Lo vemos con absoluta desconfianza y creemos que tiene un futuro limitado", ha respondido al preguntársele en rueda de prensa, ha dudado que este pacto pueda beneficiar a la ciudad, y ha dicho que un gobierno con 15 concejales --BComú y PSC-- no tiene por qué ser mejor que uno de 11, los del ejecutivo actual.

Tras recordar que CiU gobernó en el mandato anterior con 14, ha criticado que el Gobierno busca "comodidad, lo que incluso les hace perder algunas declaraciones de principios que habían hecho", mientras que el PSC busca una poltrona e incidir en el futuro de la ciudad, en palabras de Forn.

También ha asegurado que las bases de ambos partidos tienen muchas dudas sobre el preacuerdo, sobre todo en BComú: "¿La gente de BComú entenderá que se esté pactando con quien ha gobernado 32 años y que forma parte de la casta en este discurso que les ha servido para comerse parte del electorado del PSC?".

Además, se ha preguntado por las consecuencias de la entrada del PSC en el Gobierno en cuestiones de ciudad como el cubrimiento de la Ronda de Dalt, que CiU pactó con los socialistas en el anterior mandato con un proyecto que Colau rechaza: "Ya tienen el primer conflicto. ¿Quién renunciará? Imagino quién, pero ¿esto lo entenderá el propio electorado?".

TRANVÍA POR LA DIAGONAL

Sobre los estudios previos de febrero sobre la unión del Trambaix y el Trambesòs por la avenida Diagonal, Forn ha dicho que son parciales, sesgados y "unos estudios trampa porque son incompletos", y pide analizarlo con entidades de prestigio académico, entre las que ha citado la Cátedra de Transportes de la UPC.

Ha insistido en defender la apuesta de CiU por el bus eléctrico porque reduce las externalidades negativas y los costes, según él, y ha avisado de que, al decidir por ideología y sin criterios técnicos, "se acaba teniendo algo como el Aeropuerto de Castellón, y no puede permitirse algo así".

Ha advertido de que los estudios técnicos no tienen en cuenta que la densidad de población de las ciudades donde un tranvía pasa por su centro es de 17 a 200 veces menor que la del Eixample --donde hay 35.185 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en el global de la ciudad es de 15.600--.

Sobre los 118.000 viajes que prevé el tranvía según los estudios, Forn ha dicho que 103.000 serían de personas que ya usaban el transporte público o iban caminando, y los otros 15.000 se restarían al transporte con vehículo privado actual: de éstos, el 40% serían motos, por lo que sólo se eliminarían 9.000 desplazamientos en coche, dice.

Ha avisado también de que la contaminación aumentará porque habrá congestiones al incrementarse las frecuencias de los semáforos para que pase el tranvía --algo que dice que los estudios no contemplan--; de que se afectará a 17 líneas de la red ortogonal de bus; y de que se "canibalizarían" usuarios de los sistemas de transporte público actuales.