El Gobierno se cuela de lleno en la opa de Atlantia por Abertis con la opción Aena

Un plan B para que Abertis siga en manos españolas y no prospere la oferta de compra de Atlantia. No sólo por la relevancia del operador de autopistas sino, sobre todo, de Hispasat, el gestor de satélites, incluidos los de Defensa. Y esa opción del 'caballero blanco', a falta de una compañía privada, podría ser Aena, de la que el Estado controla el 51% del capital.

Sólo es una opción y ha sido descartada por el Gobierno, según ha reconocido hoy Aena a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), después de que el regulador suspendiese la cotización de ambas empresas antes de la apertura del mercado. "Aena confirma que su consejo de administración y su Comisión Ejecutiva se reunieron para analizar la viabilidad financiera e industrial de una potencial oferta pública de adquisición de Abertis", asume la empresa gestora de aeropuertos.

"No obstante, antes de adoptar una decisión definitiva al respecto, habida cuenta de la transcendencia económica y estratégica de la operación y de la normativa legal aplicable, fundamentalmente, la necesidad de autorización del Consejo de Ministros para ampliar el perímetro del sector público empresarial y la necesidad del acuerdo de la Junta General al tratarse de una adquisición de activos esenciales al superar el 25% del valor de los activos de Aena, la sociedad acordó solicitar la posición de su accionista mayoritario, Enaire, titular de más del 50% del capital social" argumenta.

Y descarta la operación. "En el día de hoy, el consejo de Enaire ha notificado a Aena que una vez examinada la potencial adquisición de Abertis por Aena y valoradas sus implicaciones de todo orden, así como las razones de oportunidad y de contribución al interés general, ha decidido por unanimidad rechazar esta potencial adquisición", sentencia.

La opción de Aena, según apuntaba hoy el periódico Expansión, pasaba bien por una oferta en metálico (la opa lanzada por Atlantia valora Abertis en 16.300 millones), bien por una mixta, que también incluya acciones. La primera opción, dispararía la deuda de Aena, que actualmente alcanza los 8.000 millones de euros. Y, al ser una empresa semipública, esa opción sería un golpe para las arcas del Estado. La segunda, tampoco parece factible ni rápida, porque conllevaría cambiar la legislación de los aeropuertos, porque el control estatal de su gestor se reduciría por debajo del 50%.Atlantia, a la espera

El regulador aún tiene pendiente dar el visto bueno a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Atlantia, que empezó a gestarse a principios de mayo. Sólo una vez apruebe el folleto, se pondría en marcha oficialmente la opa de Atlantia.

Los italianos, a lo largo de estos meses, ya han ido dando pasos para tratar de convencer al Gobierno de Mariano Rajoy. Sus cesiones: mantener la sede en España y ceder el control de Abertis. En su comunicado de oferta formal de hace un mes, Atlantia manifestó su “compromiso” de “mantener la actual sede social y centro de decisión de Abertis, con su propia estructura de gestión y gobierno corporativo”. Es decir dejar la sede social del gestor de autopistas en Barcelona y el equipo gestor que mantiene en el madrileño Paseo de la Castellana.

La otra cesión, Hispasat. Abertis tiene el control sobre el 90% del accionariado del gestor de satélites, después de adquirir en mayo el 33% del capital que permanecía en manos de la francesa Eutelstat a cambio de más de 300 millones. En concreto, la empresa controlada por la familia Benetton aseguró que tiene “la voluntad de atender a los intereses estratégicos del Reino de España en relación tanto con la gestión y explotación de las concesiones administrativas de construcción, conservación y explotación de autopistas como con la gestión y eventual destino de la participación de Abertis en Hispasat”. Por el momento, parece que esas cesiones no son suficientes para convencer al Ejecutivo.