Grecia abandonará el exilio de los mercados y volverá este martes a colocar deuda por primera vez desde 2014. El país heleno, gobernado por el partido de izquierda Syriza, no necesita financiación urgente ya que el fondo de rescate europeo desbloqueó un nuevo tramo de ayuda a principios de este mes, pero quiere sacar músculo y mostrar su mejora económica con su regreso al mercado de bonos tres años después.
Los títulos elegidos para esta destacada cita son bonos a cinco años, con vencimiento en 2022. Para ello, Atenas ha contratado los servicios de Goldman Sachs, Citi, Deutsche Bank, HSBC, BNP Paribas y Bank of America-Merrill Lynch. Además, según un comunicado del ministerio de finanzas griego ha registrado también una oferta para que los tenedores de bonos con vencimiento a 2019 puedan cambiarlos por dinero en efectivo.
La decisión de retornar al mercado se produce después de que el pasado viernes la agencia Standard & Poor's elevara a positiva desde estable la perspectiva del rating 'B-' de Grecia. La firma estadounidense sostiene que la recuperación del crecimiento económico, la reforma fiscal puesta en marcha hasta 2020 y un mayor alivio de la deuda deberían permitir a Grecia reducir sus obligaciones al pago de la deuda, que asciende a un 179% del PIB heleno.
Paralelamente, la semana pasada, el Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un principio de acuerdo para prestar 1.300 millones de derechos especiales de giro (unos 1.600 millones de euros) a Grecia, en el primer compromiso de este tipo con el país heleno en los últimos dos años, aunque el desembolso no se hará efectivo hasta que la institución reciba garantías del resto de países de la eurozona sobre las medidas adoptadas para garantizar la sostenibilidad de la deuda griega.Al margen de los mercados desde 2014
El propio gobierno reconoce en el comunicado que la emisión de bonos de este martes será “un paso importante en la estrategia de Grecia para recuperar el acceso sostenible y estable a los mercados internacionales".
Atenas permanece al margen de los mercados internacionales de capitales desde que en abril de 2014, cuando el país estaba dirigido por el conservador Andonis Samaras, lograse colocar con éxito 3.000 millones de euros en bonos a cinco años con un interés del 4,95%. La intención de Alexis Tsipras es que esa cifra baje. Tras siete años de austeridad y tres paquetes de rescate, firmados por tres ejecutivos de distintas tendencias ideológicas, Grecia trata de volver a normalidad, al menos financiera.
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