El Incavi estudia incorporar tres vinos a la lista de Vins de Finca catalanes

El Incavi de la Generalitat estudia incorporar tres o más vinos a la lista de Vins de Finca, que es la categoría concedida al vino producido en una sola parcela catalana y que cumpla estrictos requisitos de producción y calidad --lo que los convierte en una clasificación semejante a los Grand Cru franceses--.

El coordinador general del Incavi, Xavier Agell, ha declarado a Europa Press que esos tres vinos son de las denominaciones de origen (DO) Pla de Bages y Priorat --los Vins de Finca deben pertenecer a DO catalanas--; y este mismo año ya se podría aceptar al menos a uno.

Agell lo ha explicado en el restaurante barcelonés Set Portes, que ha reunido --por primera vez ante aficionados a la enología-- a los cinco bodegueros catalanes que han conseguido introducir ocho de sus vinos en la lista.

El primero fue en 2006 el Clos Mogador (Priorat), de René Barbier; después entraron: en 2013 Mas de la Rosa (Priorat), de Vall Llach; también en 2013, cuatro vinos de Jean Leon, vinculado a Bodegas Torres: Vinya Le Havre, Vinya Palau, Vinya Gigi, Vinya La Scala (Penedès); en 2015 Arnau Oller (Pla de Bages), de Heretat Oller del Mas; y también en 2015 Teixar (Montsant), de Vinyes Domènech.

Algunos de sus bodegueros y el propio coordinador general del Incavi han explicado que no descartan modificar el nombre 'Vi de Finca' "para identificar mejor" esta lista, según Xavier Agell, que ha puesto como ejemplo el posible nombre 'Vi de Finca Protegida'.

Los bodegueros lo justifican porque existen otros vinos cuyas etiquetas ya incorporan históricamente la palabra 'Finca' sin tener ningún vínculo con esta reciente clasificación.

ALBERT COSTA: "EMBOTELLAR UN TERRITORIO"

El concepto Vi de Finca se introdujo en la Ley catalana de Ordenación Vitivinícola (2002) como máximo reconocimiento a un vino u otra categoría de este producto: licor, espumoso (no el cava, porque no es una DO sólo catalana), espumoso de calidad, de aguja o de uva sobremadurada.

"Es el reconocimiento de un territorio, propio de una bodega y de una viña a la vez", según Adell, que defiende este concepto como una apuesta por la calidad, una manera de reconocer a los grandes vinos y de que eso también sirva de motor de otros grandes vinos catalanes.

El copropietario de Vall Llach, Albert Costa, ha definido el Vi de Finca como una buena manera de "embotellar un territorio" reconociendo la calidad y ha explicado que cada vino que se incorpora a la lista es una decisión del Incavi, aunque teniendo en cuenta la opinión de las bodegas que ya están en ella.

René Barbier ha destacado la garantía de que un Vi de Finca sólo pueda proceder de una parcela: "No se puede desplazar, sea quien sea su dueño".