Esta mecánica TSI de 1.0 litros sustituye al propulsor de 1.2 litros y cuatro cilindros, respecto al que, gracias a su menor tamaño y su mayor contenido tecnológico, experimenta una reducción del consumo de combustible del 6%.
Así, esta mecánica pesa diez kilogramos menos que el anterior propulsor, gracias a la utilización de aluminio en el cárter y en otras piezas, y aumenta la presión de la inyección, lo que mejora las prestaciones y rebaja el consumo de combustible.
Igualmente, dispone de una bomba de aceite con caudal regulable que ajusta de forma continua la presión requerida para adaptarse a la carga del motor, lo que se traduce en un incremento de la agilidad, especialmente importante en entornos urbanos.
El Fabia con el nuevo motor TSI de 1.0 litros y 95 caballos tiene un consumo de combustible de 4,3 litros por cada cien kilómetros recorridos y unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 99 gramos por kilómetro, mientras que su velocidad máxima sube hasta los 185 kilómetros por hora.
Por su parte, el Fabia TSI 1.0 de 110 caballos es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 196 kilómetros por hora, en el caso de la carrocería hatchback, con un consumo de 4,4 litros de combustible a los cien (101 gramos por kilómetro de CO2). Con el cambio DSG, el consumo es de 4,5 litros y las emisiones, de 104 gramos de CO2 por kilómetro.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios