Venezuela: protesta de conductores paralizó vasto sector de Caracas

Cientos de transportistas cesaron operaciones este miércoles en Caracas para exigir un aumento de tarifas y medidas contra la inseguridad y la escasez de repuestos, que aseguran tiene paralizada la mitad de la flota, mientras amenazan con un paro nacional.

La protesta generó caos en el este de la capital hasta donde llegaron decenas de autobuses en caravana para aparcarse frente a la sede del ministerio de Transporte.

Allí bloquearon durante nueve horas una de las principales avenidas de la ciudad que con su área metropolitana tiene tres millones de habitantes.

"Si no hay respuestas, vamos a paro", advirtió Hugo Ocando, portavoz de los conductores, cuando las unidades reabrían el paso tras acordarse una reunión entre sus representantes y el ministro Ricardo Molina, este miércoles.

Unos 25.000 transportistas apoyan el reclamo, dijo Ocando a la AFP.

La protesta podría extenderse a otras ciudades si Molina no atiende las demandas presentadas, "ya que es una situación que afecta a todo el país", señaló a la prensa el presidente de la Federación Nacional de Transporte (FNT), Erick Zuleta.

Los chóferes exigen un aumento del pasaje de 45 a 60 bolívares (casi diez centavos de dólar a la tasa oficial más alta).

"Nuestros ingresos no alcanzan para mantener el carro ni para mantener la familia", declaró a la AFP Ronny Blanco, de 33 años, quien, sin un contrato fijo, asegura ganar unos 5.000 bolívares diarios, cuando solo un almuerzo le cuesta 2.000.

Pero el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, advirtió que el transporte podría pasar a manos del Estado si continúan las protestas. "No vamos a abandonar al pueblo, debemos saber quién está a favor de sus intereses y quién en contra", aseveró en un acto público.

La falta de repuestos tiene fuera de servicio cerca de la mitad de las unidades en Caracas y localidades vecinas, según Jhonar Coro, vocero del sector.

"En la línea que trabajo yo, de 100 unidades unas 50 están paradas", cuenta Blanco, quien sostiene que las llamadas "provedurías", donde el gobierno vende repuestos subsidiados, están desabastecidas desde hace meses.

Debido a ello, los conductores deben comprar repuestos a especuladores, que cobran por una llanta 200.000 bolívares, el doble de una subsidiada. También escasean las baterías e insumos como aceite.

Según la FNT, unos 100.000 buses de una flota de 250.000 están inactivos en toda Venezuela, sumida en una grave crisis por la caída de los precios del petróleo, que generó una sequía de divisas en un país que importa la mayor parte de lo que consume.

La escasez de alimentos y medicinas es de 80%, mientras el FMI proyecta una inflación de 720% para 2016.

Los chóferes también reclaman acciones contra la delincuencia. "A mí me robaron tres veces en una misma semana. Me quitaron los reales (el dinero) y el teléfono", cuenta Daniel Sánchez, de 32 años, junto a su viejo autobús.

El único alivio, añade, sigue siendo el precio del combustible, el más barato del mundo.

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