Accionistas del RBS demandan al banco por manipular supuestamente resultados

Londres, 3 abr.- Unos 12.000 accionistas privados del Royal Bank of Scotland (RBS) han presentado una demanda multimillonaria contra el banco y varios exdirectivos por manipular supuestamente las cuentas de la entidad en 2008, el año de su nacionalización parcial por el Estado británico, informaron hoy los inversores.

A ese número de accionistas se le ha unido un centenar de instituciones inversoras, que incluye a grupos religiosos o fondos de pensiones y que acusan al RBS de ocultar el verdadero estado financiero del banco poco antes de su colapso hace cinco años.

La demanda ha sido presentada en el Tribunal Superior de Londres por el llamado Grupo de Acción de Accionistas del RBS, que estima que la compensación económica que debe asumir la entidad ronda los 4.000 millones de libras (4.700 millones de euros).

En un comunicado, el grupo aseguró hoy que "los directivos" del banco "trataron de engañar a los accionistas al tergiversar la fortaleza subyacente" de la entidad, al tiempo que "omitieron información crítica".

Un portavoz de los demandantes destacó hoy que la acción judicial representa un "paso de gigante" para las "miles de personas corrientes" que "perdieron dinero" como consecuencia las "acciones inexcusables desarrolladas por los bancos y sus directivos durante la crisis financiera".

"Ahora, por primera vez, algunos de estos directivos tendrán que dar explicaciones por sus acciones ante un tribunal británico", agregó el portavoz.

Entre los banqueros demandados del RBS, que dispone de 30 días para responder a las acusaciones, figura el ex consejero delegado Fred Goodwin y el expresidente Tom McKillop, así como otros altos ejecutivos como Johnny Cameron y Guy Whittaker.

Goodwin y McKillop abandonaron su puesto el 13 de octubre de 2008, coincidiendo con el anuncio de la nacionalización del banco efectuado por el entonces Gobierno laborista de Gordon Brown.

El Estado se convirtió así en el mayor accionista del RBS y del grupo resultante de la fusión entre el Lloyds TSB y el Halifax Bank of Scotland (HBOS), tras comprometer hasta 37.000 millones de libras (46.472 millones de euros) en un plan de rescate sin precedentes hasta entonces.