Aguirre asegura que no mintió porque las cifras de déficit eran provisionales

Madrid, 22 may.- La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho hoy que cuando la Comunidad envió a Hacienda las cifras de déficit de 2011 "ponía bien grande" que eran "provisionales" y ha asegurado que su Gobierno "no mintió" porque preveían que los ingresos se "desplomarían" a final de año.

En una entrevista en Onda Cero, Aguirre ha vuelto a insistir en que tanto ella como el Ejecutivo regional advirtieron de que los datos del déficit de la Comunidad de Madrid, que en principio se situó en el 1,1 %, eran "provisionales" y que no se había tenido en cuenta la baja de ingresos del último cuatrimestre del año.

Según ha explicado, han sido tres las razones que han provocado la "desviación" del déficit madrileño hasta el 2,2 %: el "desplome" de los ingresos en la última parte de 2011; el encarecimiento de los servicios sociales y el hecho de que "tradicionalmente" los gastos de diciembre se imputaban al presupuesto del año siguiente y en este caso "eso no se ha hecho",

"Es verdad que la Comunidad de Madrid ha tenido un déficit mayor del esperado, pero no es verdad que hayamos mentido, porque eran cifras provisionales", ha recalcado la presidenta.

Ha descartado que Antonio Beteta, exconsejero de Economía y Hacienda de Madrid y hoy secretario de Estado, tenga cualquier tipo de responsabilidad en los cálculos inexactos de déficit que la Comunidad elaboró en su día y ha insistido en que la "desviación" la han provocado "el aumento del coste de la energía" y un "desplome de los ingresos" que no se pudo prever entonces.

Para Aguirre, "el déficit no se debe aceptar" pues "tenemos que gastar lo que ingresamos" y por eso ha dicho que está en contra de "la visión de gran parte de la llamada prensa progresista y de los que hoy por ejemplo van a hacer la huelga de la educación, que santifican el gasto público".

Sobre este último asunto, la presidenta ha señalado que los "recortes" en Educación que practicó la Comunidad de Madrid "en su momento" consistieron en aumentar de 18 a 20 las horas lectivas a los profesores, cuya jornada laboral, ha recordado, es de 37,5 horas semanales que son "las que tendrían que estar en el centro".

"¿Qué van a estar si no?, ¿leyendo revistas?" ha espetado la presidenta, que ha insistido en que no es personal de fuera, sino los propios docentes de un mismo centro los que tienen que sustituir a los compañeros cuando estén de baja.