Barcelona, 10 ago.- Anticimex, empresa líder del sector del control de plagas en España, espera cerrar este año la adquisición de al menos dos empresas, operaciones a las que prevé destinar unos 10 millones de euros.
Anticimex es una empresa de capital sueco que aterrizó el año pasado en España tras comprar la unidad de negocio de control de plagas e higiene ambiental de la multinacional danesa ISS Facility Services.
En su primer año de actividad en España, Anticimex ha alcanzado una facturación de 18 millones de euros y prevé cerrar 2014 con un incremento de ventas de aproximadamente un 3 %.
A partir de 2015, la compañía planea crecer al menos un 10 % anual, tanto en facturación como en plantilla, gracias al crecimiento orgánico, pero también por el plan de adquisiciones que espera llevar a cabo.
En una entrevista con Efe, el director general de la filial, Josep Valls, explica que Anticimex España tiene actualmente sobre la mesa varias oportunidades de inversión, de las que al menos dos se concretarán este mismo año.
Con estas compras, la compañía busca afianzar su posición de liderazgo en España, ampliar su presencia geográfica y optimizar la gestión de rutas de sus equipos técnicos, de manera que puedan llegar antes a los clientes.
Las dos empresas que más interesan a Anticimex operan también en el campo del control de plagas, aunque una lo hace a escala nacional y la otra, local.
"No es sencillo cerrar una compra, somos exigentes y la operación no es sólo una cuestión de talonario", señala Valls, que ya se encargaba de la división de control de plagas, higiene ambiental y seguridad alimentaria de ISS cuando hace un año Anticimex asumió esta línea de negocio.
"Buscamos la exigencia, por lo que queremos comprar empresas excelentes para incorporar valor añadido a nuestra compañía", agrega Valls, que asegura tener "mucha autonomía" en la negociación de las posibles operaciones corporativas, pese a que la actual propiedad de Anticimex sea sueca.
La filial, que tiene su sede en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), cuenta con una plantilla de unos 300 trabajadores y 18 oficinas comerciales repartidas por toda España, incluidas las islas Baleares y las Canarias.
"Somos la única empresa del sector que cubre la totalidad del territorio nacional", destaca el directivo de Anticimex, que tiene una posición especialmente relevante en Cataluña, Madrid, Levante y la zona norte de España.
Valls asegura que Anticimex no decidió invertir en España "para seguir haciendo lo mismo que se hace ahora, sino para revolucionar el sector" gracias a su firme apuesta por la tecnología y el uso de productos ecológicos en el control de plagas.
De hecho, subraya Josep Valls, la compañía destina aproximadamente el 5 % de su facturación anual al área de investigación y desarrollo (I+D), lo que le ha llevado a emprender proyectos novedosos como el control de insectos voladores a través de cámaras o la detección de termitas mediante un complejo sistema de micrófonos instalados en la madera.
El grupo Anticimex está hoy presente en catorce países, todos ellos de Europa, a excepción de Australia y Nueva Zelanda, donde opera bajo la marca Flick Anticimex.
La multinacional, indica Valls, quiere consolidar su presencia en el mercado europeo para dar después, en una segunda etapa, el salto a América, Asia y África.
El grupo sueco cuenta con una plantilla global de 3.500 empleados y facturó el pasado año 378 millones de euros. España representa ya el quinto mercado más importante por volumen de facturación, por detrás de Suecia, Australia, Italia y Noruega.
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