Argentina aumenta restricciones para frenar la fuga de divisas

  • Argentina aumentó hoy los controles para frenar la fuga de divisas al restringir las operaciones bursátiles en el mercado local que buscan obtener dólares, medida adoptada en medio de un recalentamiento del precio de la moneda estadounidense en el mercado informal.

Natalia Kidd

Buenos Aires, 22 mar.- Argentina aumentó hoy los controles para frenar la fuga de divisas al restringir las operaciones bursátiles en el mercado local que buscan obtener dólares, medida adoptada en medio de un recalentamiento del precio de la moneda estadounidense en el mercado informal.

Según dos resoluciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV) de Argentina publicadas hoy en el Boletín Oficial, los fondos comunes de inversión verán limitadas a partir del próximo 30 de abril sus posibilidades para invertir en acciones extranjeras que se cotizan en el mercado local.

Así, los fondos mutuos tendrán un límite para operar con los denominados "certificados de depósitos argentinos" (Cedears), por los que se pueden comprar con pesos argentinos en el mercado local acciones de empresas extranjeras para luego venderlas en plazas del exterior, obteniendo dólares.

La medida obliga a que, a partir del 30 abril, el 75 por ciento de las inversiones de los fondos comunes sea en activos argentinos, para canalizar el ahorro hacia la plaza local, aunque las resoluciones admiten la compra de activos de Brasil, Uruguay, Paraguay o Chile.

La decisión fue adoptada luego de que en las últimas semanas se registrara un fuerte crecimiento de las operaciones con Cedears, mediante el cual los inversores se hacían de dólares en el exterior a un valor cercano a 8,50 pesos, frente a un valor en el mercado informal que tocó un máximo histórico de 8,75 pesos el pasado miércoles.

Para el economista Aldo Abraham, titular de la Fundación Libertad y Progreso, la medida de la CNV es un "parche" que genera "un paliativo de corto plazo en el mercado del dólar paralelo haciéndolo bajar, pero genera otras distorsiones porque va a desalentar la inversión en los propios fondos comunes" por parte de los inversores argentinos.

La cotización en el mercado informal cedió este jueves hasta los 8,45 pesos debido, según versiones de la prensa local, a presiones oficiales sobre los operadores.

El precio del denominado "dólar blue" (informal) se disparó luego de que el pasado lunes el Fisco impusiera una tasa del 20 por ciento a la compra de pasajes y paquetes turísticos con destino al exterior que se adquieren en pesos pero con el tipo de cambio oficial, que este jueves cerró a 5,10 pesos por unidad.

El Gobierno argentino impuso las primeras restricciones cambiarias destinadas a "desdolarizar" la economía en noviembre de 2011.

Las normas restringieron en la práctica el acceso de muchos inversores al mercado cambiario formal, lo que hizo resurgir los circuitos informales de compraventa de divisas.

Para el economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, la brecha entre el mercado formal y el informal refleja las expectativas de devaluación.

El experto dijo a Efe que "en esencia" el problema es que el Banco Central emite pesos a un ritmo de crecimiento del 40 por ciento interanual, cuando la economía crece a sólo el 2 por ciento.

La fuerte emisión, explicó, se debe a que el Banco Central es "la principal asistencia financiera del Tesoro", lo que deja a la autoridad monetaria con menor autonomía para tener un "férreo control de los agregados monetarios, del tipo de cambio y de la tasa de inflación".

"El Banco Central emite muchos más pesos de lo que la gente quiere para financiar los excesos de gasto del Gobierno y, por lo tanto, desvaloriza el peso y eso se refleja en el dólar 'blue'", coincidió hoy Abraham en declaraciones radiales.

Según el economista, los saltos del dólar en el mercado informal de los últimos días se explica por "el temor de la gente ante políticas que tienen a profundizar el cepo cambiario".

El Gobierno apuesta a que la presión de la demanda sobre el mercado cambiario ceda en algo en abril y mayo, meses en los que tradicionalmente los exportadores liquidan divisas provenientes de la venta de la cosecha de granos.

"Tras la sequía del 2012, este año va a ser más benévolo. Va a haber un ingreso de dólares más fluido, lo que va a descomprimir la situación. Pero la pregunta es cómo se sigue una vez que ya hayan entrado los dólares de la soja", matizó Castiñeira.

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