Argentina insta a mantener el rol del BID como banco de desarrollo

Panamá, 16 mar.- El BID no debe perder su característica de banco de desarrollo y caer "en la tendencia" de convertirse en otro banco comercial, afirmó hoy el ministro argentino de Economía, Hernán Lorenzino, en la 54 Asamblea Anual de este organismo.

En una declaración escrita presentada ante la Asamblea, que comenzó este sábado, Lorenzino aseguró que en momentos de crisis internacional como el actual, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene un papel crucial que desempeñar, ya que puede actuar cuando "el resto del financiamiento es de más difícil acceso para los países".

No debemos "caer en la tendencia, liderada por las agencias calificadoras de crédito, de desdibujar el rol de un banco de desarrollo (como el BID) replicando la lógica de funcionamiento de un banco comercial", afirmó el ministro.

Lorenzino dijo referirse a las Evaluaciones de Sostenibilidad Macroeconómica establecidas por el BID, una cuestión que, afirmó, representa una "gran preocupación" para su país.

Ello, por el hecho de que "el concepto vago de 'sostenibilidad macroeconómica' se utilizara, como en el pasado, para simplemente criticar o ensalzar países o políticas".

"El BID es un banco de desarrollo regional con mayoría accionaria de los países de América Latina y el Caribe, y como tal, tiene que estar al servicio de las necesidades de nuestros países, promocionando el crecimiento, el desarrollo sustentable y la equidad", insistió el gobernador por Argentina ante este organismo.

Es "una institución concebida para promover la inversión y el desarrollo en la región. No vamos a obtener nada positivo ahogándolo con condicionalidades impracticables", insistió.

"Necesitamos un BID abierto y flexible", aseguró el ministro, que tras citar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dijo que la institución debe ser independiente "de otros organismos multilaterales y de controversias puntuales que puedan surgir entre sus países miembros".

El Gobierno de Argentina mantiene una controversia con el FMI que alcanzó su punto más alto en febrero pasado, cuando el organismo crediticio emitió una declaración de censura contra el país por sus "insuficientes progresos" en la mejora de la calidad de sus estadísticas macroeconómicas.

Dicha declaración abrió la puerta a la posibilidad de dictar sanciones concretas contra Argentina, como por ejemplo, impedirle acceder a los recursos financieros del organismo.