Ascó decide si opta a albergar el Almacén Temporal Centralizado

Ascó puede convertirse en un polvorín si los concejales favorables a la candidatura del municipio a albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares consiguen su objetivo. Esta localidad de Tarragona celebra este martes un pleno extraordinario para votar la decisión. Si es positiva, Ascó será el segundo pueblo en postularse para esta instalación, tras la decisión adoptada por Yebra (Guadalajara).

El plazo para presentar la candidatura termina el 30 de enero y todo apunta a que el equipo de gobierno (CiU y PSC) votará a favor, pese a que en los últimos días se han producido manifestaciones en contra y avisos de apertura de expedientes por parte de los dos partidos. Aunque Ascó ya tiene una central nuclear, la oposición es fuerte. Sin embargo, Rafael Vidal (CiU), alcalde de esta localidad, ha mantenido al municipio en esta carrera.

Tras algunas dudas iniciales, el Gobierno catalán ha mostrado su rechazo a que el ATC se ubique en un municipio de la comunidad. El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha asegurado que su postura se explica por la falta de consenso territorial y social. El dirigente tuvo que hacer pública su posición después de que sus socios de Gobierno (ERC e ICV) le forzaran a ello. Montilla dice que no quiere el almacén en Cataluña, pero que es necesario.

ERC e ICV, sus socios en el Ejecutivo catalán, encabezaron una manifestación el domingo en el que 3.000 personas, bajo los lemas "Ascó, Catalunya dice que no" y "Todos somos Ascó", protestaron por la candidatura del municipio. Los líderes de ambas formaciones, Joan Puigcercós (ERC)  y Joan Herrera (ICV), encabezaron la marcha para presionar a Montilla y conseguir que se opusiera a la decisión. "Presionaremos para que haya unpronunciamiento claro del gobierno catalán", dijeron en ese momento.

CiU quiere un reparto homogéneo

Si ERC e ICV se oponen, algo parecido ha hecho elpresidente de CiU, Artur Mas. El dirigente ha asegurado que su partido no es contrario a la energía nuclear, pero se opone a que "sus costes de implantación no serepartan más homogéneamente en el conjunto del Estado español". ParaMas, "entra dentro de la lógica" que el alcalde de Ascó defienda laubicación del almacén nuclear en su municipio, pero"debe entender queesto no es una granja de conejos".

"Si considera que el interésde su pueblo pasa por delante de cualquier otra cosa, esto tieneconsecuencias, y una de ellas es que nuestro partido debe abrirle unexpediente informativo", ha avisado.

Por su parte, elpresidente del comité de gobierno de Unió, Josep Antoni Duran Lleida,ha acusado a Montilla de ir "a remolque" de lo que dice sus socios deERC e ICV-EUiA y ha apostado por abrir un debate sobre si a España leconvendría expandir la generación de energía nuclear.

La pelea entre Ferraz y Génova

Lasecretaria de rganización del PSOE, Leire Pajín, también se refirió a la negativa de Montilla a albergar el ATC. "Aquellos ayuntamientos que tengan consenso podrán sercandidatos; eso es lo que opina y apoya el PSOE, dentro de una posiciónsobre la energía nuclear que es conocida: ir poco a pocosustituyéndola", resumió.

Además, tachó de incoherenteal PP por defender que haya más centrales nucleares en España yoponerse a un ATC y garantizó que para decidir la ubicación deeste almacén, que guardará 7.000 toneladas de combustible de lascentrales en cápsulas de acero, se escuchará la opinión de comunidadesy ayuntamientos.Controversia en torno al ATC

El Almacén Temporal Centralizado (de residuos radiactivos de altaactividad) afronta el tramo final para seleccionar su emplazamientoinmerso en el mismo debate con el que comenzaron las deliberaciones: sise trata de una instalación industrial de vanguardia o de un"cementerio nuclear". Avalado por elParlamento, el Gobierno, los principales partidos y los organismos oempresas competentes en la materia (el Consejo de Seguridad Nuclear ola Empresa Nacional de Residuos Radiactivos), el ATC se ha visto ademásinmerso en la confrontación política, amplificada durante los últimosdías a causa de la finalización del plazo para presentarse.

La industrianuclear considera que se trata de la mejor solución para lagestión temporal del combustible gastado en las centrales nucleares yadvierte además de que es la opción elegida por la mayoría de lospaíses con centrales nucleares para almacenar y gestionar los residuosde alta actividad que genera su actividad.

Para lasorganizaciones ecologistas y las diferentes plataformas ciudadanas quese han constituido contra esta instalación, se trata sin embargo de un"cementerio" donde reposarán los residuos más peligrosos durantedecenas de años. Ese "cementerio" condicionará el desarrolloeconómico de un territorio mucho mayor que el del municipio donde seinstale, según mantienen estos colectivos, y consideran por lo tantoque la decisión no puede depender de que una corporación quieraacogerlo.

Quienes lo avalan mantienen que la urgencia deconstruir un almacén de estas características reside en que algunas delas "piscinas" en las que en la actualidad se acumulan los residuos delas centrales nucleares están ya saturadas, y otras lo estarán en lospróximos años. Justifican también esa urgencia en que, a partir de 2011,España deberá abonar a Francia unos 60.000 euros diarios por elalmacenaje de los residuos radiactivos que tiene allí depositados, ensu mayoría procedentes del desmantelamiento de Vandellós I.

El procedimiento para decidir el emplazamiento delalmacén (una instalación prevista en el Sexto Plan General de ResiduosRadiactivos, aprobado el 23 de junio de 2006) ha estado sin embargoparalizado durante casi tres años. Pero las organizacionesecologistas y algunos partidos políticos -como IU e ICV- han insistidodurante este tiempo en que no se debe acometer una decisión de estaenvergadura mientras no se haya "cerrado el grifo" de los residuos yexista por lo tanto un calendario de cierre de las centrales nucleares.